Capítulo 98. I'll be your life, your voice, your reason to be...

Narra Ane.

Siento como si mi estómago estuviera dando vueltas dentro de mi cuerpo, lo que provoca que sienta jaqueca a parte de las náuseas. Perfecto, me he cogido gripe de nuevo. Soy un imán para las gripes, lo juro.
Me encojo en la cama, tapándome con las mantas hasta la cabeza, sintiendo un escalofrío pasar por mi espalda, cuando noto la vibración de mi móvil sobre el colchón, haciendo que frunza el ceño y que lo coja de mala gana para ver que es un mensaje de Harry.

"Estás medio sorda o algo, te llevo llamando por la ventana horas, ¿quieres hacer el favor de asomarte? xD"

Gruño dolorida, dándome media vuelta y quedando sentada en el borde de la cama, tratando de calmar mis ganas de vomitar antes de moverme hasta la ventana y ver a Harry apoyado en el alféizar, con su incansable sonrisa, la cual parece borrarse un poco ya que no debo de tener las mejores pintas debido a mi malestar.

--¿Te encuentras bien?-pregunta preocupado según abro la ventana.
--No la verdad-admito con un hilo de voz.
--No tienes muy buen aspecto-admite.
--Gracias por tu halago-respondo irónica.

Él abre la boca con una media sonrisa, dispuesto a decirme algo más, pero siento mi estómago dar un vuelco de nuevo, por lo que antes de que me pueda decir nada salgo corriendo al baño y siento como sale todo de mí en forma de vómito, notando como mi dolor de cabeza se agrava y eso no ayuda a como me encuentro.
Apoyo una de mis manos en la taza del váter manteniendo mi mirada fija en la pared, tratando de adivinar si me darán más náuseas; no parece, por lo que tiro de la cadena y bajo la tapa, antes de levantarme lentamente y acercarme de la misma manera al lavabo para lavar mi cara tratando de pasar este mal trago, antes de volver a la ventana, donde la preocupación y algo de miedo es evidente en mi pobre hermano.

--¿Qué te ha pasado?-pregunta alarmado.
--He vomitado, solo eso, tranquilo, debo de haber cogido gripe o... algo-respondo con las pocas fuerzas que tengo.
--¿Qué... es exactamente lo que te pasa?-pregunta tenso, por lo que le miro extrañado ante esa reacción.
--Me he levantado ya mal, jaqueca, náuseas y me encuentro algo mareada-admito.
--¿Y tu periodo?-pregunta con un ligero jadeo asustado.
--¿Qué?-pregunto confundida.
--Tu... tu periodo-insiste.
--¿Qué le ocurre?
--¿Que cómo mierdas va tu periodo?-pregunta duro, pero aún nervioso.
--Pues... no lo sé, aún no me llegó-admito confundida.

Noto como sus brazos se tensan, apretando con fuerza el borde del alféizar, al igual que su mandíbula está prieta por completo. Algo le debe de estar preocupando o enfadando y no sé exactamente cuál de las dos es.

--En cinco minutos tienes que estar en la puerta de casa, sino te sacaré con mis propias manos-dice seco antes de cerrar la ventana de un golpe.

Le miro estupefacta, sin comprender qué es lo que le ocurre para que me trate de esa manera, para que me ordene como si fuera un chucho, pero un mal presentimiento me dice que debo de hacerle caso aunque solo sea por no hacer que se cabree conmigo, menos en el estado de malestar en el que me encuentro, por lo que me pongo una camiseta roja, unos vaqueros cualquiera y una Converse del mismo color que la camiseta. Lavo mis dientes para no ir oliendo a vómito allá a donde sea que voy con Harry y ordeno un poco mi pelo antes de bajar las escaleras sin demasiada prisa, ya que no he tardado tanto y creo que si lo hago más rápido las bajaré rodando.
Nunca se ha puesto así conmigo, no se ha enfadado conmigo de ninguna manera, mucho menos para hablarme de esa forma. No puede ser que se haya enterado de que es mi hermano, no puede ser, mamá me lo habría avisado y hubiera sido lo primero que hubiera hecho, no primero hablarme y luego ponerse así, por lo que no tengo ni la mínima idea de lo que le puede estar rondando la cabeza.
Salgo de casa justo en el momento en el que está frente a mi puerta, con intenciones de llamar al timbre, ya que han pasado los cinco minutos de reloj.
Un profundo ceño fruncido está adornando su cara, mientras la mandíbula sigue igual de apretada y su cuerpo en tensión, pese a que esa camiseta negra y esos vaqueros oscuros tapan su cuerpo, aún así se nota que no está cómodo.
Coge mi brazo sin decirme nada más antes de tirar de mí con brusquedad.

--¿De qué vas?-pregunto molesta, parándome ante su secuestro.
--Al médico, ahora-exige con los ojos fijos en mí.

No puedo evitar sonreír con ternura al ver que lo único que le pasa es que le preocupa mi salud, por lo que le abrazo con fuerza, esperando que deje de preocuparse, pero la tensión aún es palpable en sus desarrollados músculos, cosa que me extraña.

--Tampoco estoy tan mal, solo es gripe, ya te lo he dicho-le aseguro.
--No vamos a ir por eso-habla entre dientes.
--¿Entonces por qué?
--Vamos-dice sin más tirando de mi brazo.
--No-respondo frenándome en medio del jardín delantero de casa, con los brazos cruzados sobre mi pecho.
--Ane, no me cabrees-me avisa.
--No voy a ir hasta que me des una buena razón.
--Solo vamos y punto-dice duro.
--No voy a ir, soy yo la que se encuentra mal-respondo antes de darme media vuelta.

Camino lentamente pero con pasos firmes en dirección a la puerta de casa, con intenciones de volver a mi cuarto, a quedarme en cama hasta que se me pase la gripe, pero uno de sus fuertes brazos presiona el mío haciendo que me dé la vuelta. Antes de que pueda gritarle que me deje en paz me coge entre sus fuertes brazos y me lleva contra mi voluntad hacia su coche, mientras no paro de decirle que me suelte de una vez, pero no le interesa, solo camina conmigo entre sus brazos, me deja en el asiento de copiloto, pone mi cinturón con dureza y cierra la puerta de forma ruidosa, haciendo que me sobresalte ligeramente.
Él se sube a la parte del piloto y cierra de la misma manera su puerta. Introduce las llaves en el contacto para conducir pero las quito con rapidez, haciendo que el enfado aumente en él.

--¿Me vas a decir de qué va todo esto?
--Dame las llaves-me demanda.
--No.
--No te lo estoy preguntando-dice en tono bajo, tratando de no gritar por alguna razón.
--No sé qué mosca te ha picado, pero si piensas que voy a dejar que me lleves a donde te dé la gana solo porque te da la neura estás muy equivocado, yo no soy un perro Harry Styles, no puedes cogerme así por las buenas y...
--No me hagas esto más difícil, por favor-me pide con tono aún duro, pero con fondo suplicante.
--¡Solo quiero que me digas porqué lo haces!-le exijo.
--Dame las llaves-dice separando las palabras, poniendo la palma de la mano extendida para que lo haga.
--¡No!-le respondo cabreada-¡No lo pienso hacer sin un motivo y me da igual lo pesado que te pongas porque no pienso...!
--¡DEJA DE GRITAR Y DAME LAS JODIDAS LLAVES!-me responde también a gritos, rojo de ira, pareciendo bastante amenazante, pero no me pienso achantar ante él, nunca.
--¡HASTA QUE ME DES UNA ESTÚPIDA RAZÓN NO LO HARÉ!
--¡PUEDE QUE ESTÉS EMBARAZADA!

Mi boca se cierra y mis ojos se abren, ambos por la sorpresa de sus palabras. ¿De qué mierdas me está hablando? No tiene sentido que diga esas cosas sin un motivo y no tiene ningún motivo, pero lo que sí sé es que está haciendo el ridículo soberanamente.

--Ahora dame las llaves-me pide con voz baja de nuevo.

Hago lo que me pide, aún en un pequeño shock, sin saber cómo reaccionar ante sus palabras, ante sus gritos más bien, ante esa acusación.
Él las coge y arranca el coche, saliendo a una velocidad quizás demasiado rápida, pero ni por esas parezco reaccionar.
¿Solo porque me encuentro mal debería de estar embarazada? Eso no tiene sentido, tiene más sentido que tenga gripe ya que en clase ha habido gente que la ha tenido y es probable que me la haya contagiado, pero ¿embarazada? ¿Por qué iba a estarlo?

--Niall siempre tiene cuidado-murmuro sin tratar de alterarle más de lo que parece que ya está, ya que conduce como un psicópata.
--Niall puede decir misa si quiere, ¿pero yo qué?-pregunta sin apartar la mirada de la carretera, con su cuerpo aún tenso y parece que al borde de un ataque de nervios.
--¿Y yo qué sé lo que tú hagas?-pregunto confundida-De todas formas lo que hagas tú no interfiere en mí.

Apenas me doy cuenta de que las calles apenas son un pequeño borrón de colores, no puedo distinguirlas y es entonces cuando veo la velocidad a la que va; cien por hora en una zona residencial, con que se le vaya lo más mínimo el control acabamos contra una casa estampados.

--Harry, baja la velocidad-le pido lo más tranquila que puedo.
--¡La noche! ¡La noche de la fiesta!-dice exaltado, sin bajar la velocidad, yo diría que la aumenta más bien-¿¡No lo recuerdas?! ¡Follamos Ane, follamos! ¿¡Acaso tú recuerdas que tuviera algún tipo de cuidado?! ¡Porque a mí me parece que no! ¡Y tienes jodidas náuseas y no te ha bajado la puta regla, joder!

Noto la sangre huir de mi rostro mientras siento como el aire me falta, provocando un ligero jadeo en mí, sintiendo como de un momento a otro me caigo redonda, pero del miedo que siento en estos instantes.
No, precavidos no fuimos, no estábamos como para serlo, pero... ¿embarazada? No, eso no puede ser... no... no puede ser. Dios, sí, sí que puede ser, y encima... en caso de que yo... bueno... lo estuviera, sería... sería de Harry, sería de él, de mi hermano, en el caso de que saliera, ya que una mezcla de genes tan parecidos hay probabilidades de que ni siquiera salga o de que salga muy, muy mal.
Mierda, mierda, mierda.
Siento como el coche sigue y sigue aumentando de velocidad mientras esquivamos a personas que nos gritan de todo debido a que Harry parece asustado y enfadado y no controla demasiado bien sus fuerzas, por lo que no parece ser muy consciente de que esté pisando a fondo el acelerador.

--Ha... Harry-trato de decir-frena el coche-le pido.
--¿¡El coche?! ¿¡Eso es lo que jodidamente te importa?! ¿¡Enserio?!-exclama fuera de sus casillas.
--Harry... nos vamos a matar-le informo asustada, más por el hecho de que pueda tener un hijo de él de que podamos matarnos.
--¡Eso si no nos matan Niall y Marta antes!-dice aún con el pie pisándole a fondo.
--Harry, detente-le pido una vez más.

Él no parece hacer caso, está demasiado ocupado murmurando y repicando cosas con cara de cabreo, dando giros de vez en cuando algo bruscos para no llevarse nada por delante, mientras sigue y sigue aumentando la velocidad.
Un rayo de sensatez parece llegar a mí al notar que en cualquier momento moriremos aquí dentro.

--¡HARRY!-grito asustada-¡PARA A LA DE YA!

Un chirrido se produce en medio de la calzada debido al freno repentino de Harry en medio de una calle afortunadamente vacía, haciendo que mi cuerpo se mueva con algo de violencia hacia delante, pero que gracias al cinturón de seguridad quedo sentada en mi asiento de nuevo.
Sale del coche dando un portazo aún mayor que cuando entró y lo veo dar una patada al neumático delantero del coche antes de dirigirse al bordillo de la acera, soltar otra patada y acto seguido golpear un árbol con su puño derecho.
No sé si porque está enfadado, porque está asustado, porque algo en su cabeza ha fallado o porque simplemente la adrenalina le ha podido, pero yo tan solo le observo desde el asiento de copiloto, jadeando por el miedo repentino que me ha invadido al temer por nuestras vidas.

--¡GILIPOLLAS!-le oigo gritar, no sé si refiriéndose a mí, a sí mismo o a la nada en realidad, pero insulta por puro desahogo.

Le veo derrumbarse por completo, con la cabeza apoyada en el tronco del árbol, ya sin esas tensión en sus músculos tan exagerada y preocupante, solo parece estar ahí, con los nudillos de su mano derecha sangrando y la cabeza apoyada contra el tronco, aparentemente llorando.
Desabrocho con lentitud mi cinturón y vacilo entre salir o no del coche, pero me decido a hacerlo al ver como Harry se deja caer de rodillas al suelo, aún con la cabeza pegada al tronco de ese árbol que debe de ser de alguien en especial, ya que se encuentra en un jardín delantero.
Camino despacio, sin saber cómo puede reaccionar, hasta llegar a su lado y ponerme de la misma forma que él, mirándole con preocupación.
Le miro dolida, porque se esté (aparte de precipitando, ya que no tengo porqué estar embarazada) echando las culpas de ello, o al menos esa es la sensación que me da.

--¿Por qué siempre tengo que ir jodiendo todo?-pregunta en voz muy baja, con su cara oculta por sus rizos.
--No lo jodes todo, Harry-respondo pasando una mano por su hombro despacio.
--Sí, sí que lo hago-dice muy seguro-Perdóname-susurra sin más-no pensaba con claridad.
--No es culpa de nadie-susurro haciendo que se pegue a mí, escondiendo su cara en mi pecho-Venga, vamos-digo en bajo.

Él me mira con ojos llorosos, dolido porque pueda haberlo "estropeado", pero no es así, no es culpa suya, no es culpa de nadie, y ni siquiera puede que lo esté, no tendría porqué estarlo, pero supongo que ambos debemos de quedarnos tranquilos y saber lo que hay o no dentro de mi útero.
Me abraza de nuevo, apoyando su frente en mi hombro.

--Te quiero-susurra simplemente antes de levantarse.
--Y yo a ti-respondo imitando su gesto.

Caminamos, yo bajo su brazo, apoyando mi cabeza en su cuello y él tan solo acariciando mi brazo con lentitud.
De nuevo se pone en camino a lo que supongo que es el hospital o cualquier médico, lo que sea, pero va más lento, conduciendo como una persona normal y razonable, pero puedo ver su expresión dolida y asustada mientras lo hace.
¿Qué voy a hacer si lo estoy? ¿Qué voy a hacer si es de Harry? ¿Cómo se lo diré a Niall? ¿Cómo podré mirarle a la cara después de esto? Podría engañarle, pero sería demasiado obvio que el niño no saldría bien, habría demasiadas pruebas y él mismo se enteraría de que no es suyo. ¿Cómo se lo diré a Marta? ¿Cómo la digo que su novio me ha dejado embarazada? ¿Y a mamá? ¿Cómo la digo que sus dos hijos queridos han creado un nuevo ser?
Siento un nudo en la garganta casi ahogándome, sintiendo como de un momento a otro acabaré llorando, pero sé que no debo hacerlo, no puedo hacerlo, eso solo empeoraría las cosas, haría que Harry se sintiera peor, y eso no es lo que quiero. No quiero que se sienta culpable por algo que fue culpa de ambos.
Llegamos a una clínica privada. Harry tan solo se queda con las manos en el volante, mirando a través del cristal las ambulancias que entran y salen, los pacientes que caminan alrededor para despejarse, los médicos y enfermeros descansando.
Apoyo mi mano derecha en su pierna para hacerlo reaccionar, provocando que él me mire con ese terror y que yo simplemente trato de esbozar una sonrisa para tranquilizarlo. Resopla antes de salir del coche y apresurarse a abrirme la puerta, para que salga no sin sentirme igual de nerviosa que él.
Nos miramos el uno al otro, notando como estamos igual de aterrados y asustados por esto, él me rodea con sus fuertes brazos y deja un beso en mi mejilla, acto seguido coge mi mano y camina junto a mí hacia la entrada de esta clínica.
Según entramos me doy cuenta de lo lujoso que es todo esto, pero creo que Harry ha buscado algo lo suficientemente caro como para no encontrarnos a medio Londres aquí y que empiecen los rumores sobre lo que podría estar pasando.
Caminamos hacia la recepción donde hay varias personas atendiendo con tranquilidad. Nos acercamos a una mujer de unos treinta, con los labios demasiado rojos y un moño en la cabeza. Nos mira sonriente y amable antes de preguntar.

--Buenos días, ¿qué es lo que desean?
--Buenos días-murmura Harry-Venimos sin cita, pero... necesitamos ver a algún especialista de maternidad, ginecología o lo que sea.
--Lo siento, pero sin cita no podemos atender...-la mujer comienza a decir, pero Harry saca rápidamente unos cuantos billetes de cien de la cartera.

La mujer lo mira con los ojos como platos antes de cogerlos y guardarlos en algún sitio. Coge un teléfono y parece hablar con alguien.

--Doctor Mabon, tiene a unos pacientes que necesitan verle.

Otro billete por parte de Harry el cual la chica coge con disimulo pero rapidez.

--Pacientes urgentes, debería atenderlos cuanto antes-se apresura a decir.

Me apoyo junto a Harry, ya que siento como mi cabeza me pesa y las náuseas vuelven a mí. Él parece notarlo ya que me abraza apretándome contra él y acaricia mi brazo con cariño mientras la mujer sigue hablando con el que será el médico especializado.

--El Doctor Mabon les atenderá enseguida. Pasen por esa puerta, al fondo a la izquierda, allí les estará esperando.
--Gracias-digo en voz baja debido a mi malestar.

Caminamos por donde nos ha indicado la mujer hasta llegar a la sala en completo silencio. Es Harry quien llama a la puerta, haciendo que escuchemos un "Adelante" que nos indica que debemos entrar, por lo que Hazza abre la puerta y ambos pasamos.
Al entrar veo a un doctor con el pelo negro azabache, piel pálida y ojos azules que contrastan notablemente. Supongo que ronda los cuarenta. Nos mira con una cálida sonrisa cuando nos acercamos a su escritorio.

--Soy el Doctor Mabon-dice presentándose, estrechando la mano de Harry y acto seguido la mía.

Nos hace un gesto para que tomemos asiento.

--¿En qué puedo ayudarles?
--Verá, no sé si tiene algo así como un código de médicos o lo que sea, pero lo que le digamos no puede salir de aquí ¿está bien?-habla Harry muy seguro.
--Por supuesto, el historial de los pacientes es alto secreto-responde el Doctor.
--Está bien-habla de nuevo Harry-Necesito... Necesitamos, que la hagan una prueba, una, dos o las que sean necesarias, para que podamos saber si ella... está embarazada-dice algo molesto.
--Oh, claro, sin problema-dice sonriente el doctor-¿Tiene algún tipo de síntomas o es por simple curiosidad?
--Ella se encuentra con náuseas y algo mareada. Aún no le ha llegado el periodo-explica Harry con seriedad.
--¿Han hecho algún test de embarazo?-pregunta mientras se levanta de su asiento.
--No-soy yo la que responde, con voz demasiado apagada, que provoca que note la mirada de Harry con preocupación clavarse en mi cuerpo por como me pueda sentir.
--Bueno, no es uno de los métodos más fiables, pero creo que deberíamos emplear uno antes de meternos en más pruebas-informa haciéndome una seña para que me levante de mi asiento.

Miro a Harry poco convencida de esto, pero acabo por levantarme y él rápidamente conmigo, creo que necesita saber lo que ocurre a cada momento conmigo o con mi cuerpo y sea lo que sea que me ocurra.
El doctor me tiende un par de test de embarazos y me indica con un brazo un baño que hay en la misma consulta y en el cual voy derecho a meterme, pero Harry se mete junto a mí.

--Harry, por favor-le pido.
--No puedo estar ahí afuera con los nervios, solo ignórame mientras haces pis en eso-explica sin más.
--Date media vuelta aunque sea-pido irritada.

Él resopla dándose media vuelta, dejándome prácticamente su culo en la cara cuando me dispongo a hacer pis en los dos test de embarazo, rezando porque no salga positivo.

--Coge-le pido tendiéndoselos para que los sostenga mientras arreglo mi ropa, una vez los he utilizado.

Él mueve la mano hacia atrás para cogerlos mientras yo me arreglo.

--¿Qué va a pasar si... lo estás?-oigo que pregunta nervioso.
--No lo sé-respondo con toda la sinceridad que tengo-No... no lo sé Harry, no sé qué vamos a hacer si.. lo estoy...
--Por lo que veo no tenerlo no es una opción para ti-susurra.
--No, no lo es-confirmo.
--¿Y qué le diremos?-pregunta con cierto enfado.
--No sé, quizás lo comprenda, ya sabes, es Niall, primero se cabrea y luego...
--Él no-habla interrumpiéndome-me refiero a qué le diremos al... bueno, bebé.
--¿Cómo que qué le diremos?-pregunto confundida tirando de la cadena.
--Sí, no sé, algo así como "Hola, soy tu tío-padre Harry, soy amigo de tu madre pero un día me la tiré y así llegaste tú. Y éste es tu padre-cornudo-huevón que te mantiene"-habla con todo el sarcasmo que su cuerpo tiene.
--No Harry, no le diremos eso, además ¿a ti quién te dice que lo estoy?-pregunto algo molesta.
--Solo me pongo en lo peor-se excusa él-así luego no me sorprendo de lo malo que pueda pasar.

Que te hayas acostado con tu hermana seguro que no lo has pensado como para ponerte definitivamente en lo peor de toda esta maldita situación pienso terminando de colocar mi ropa O que quizás vaya a existir un pequeño Styles-Cox.
Trato de moverme para salir del baño, pero Harry no se mueve y tan solo se queda quieto, evitándome salir de este pequeño baño y empezando a ponerme nerviosa por algún motivo.
Él hace que me quede frente a su cuerpo, escrutando mi rostro con su mirada sin razón aparente para mí, pero tampoco digo nada, tan solo nos miramos mutuamente, ya que no me queda otra opción que mirarlo a él.
Antes de que pueda tan siquiera reaccionar sus labios capturan los míos de imprevisto, de forma caliente, aunque ni de lejos tan caliente como la otra vez, quizás es un término medio entre dulzura y deseo, pero simplemente me dejo llevar. Tonta de mí.

--Se nos está yendo de las manos-oigo que dice con su voz ronca tan seductora. Su frente aún pegada a la mía y su respiración dulce y calmada acariciando mis labios.
--Lo sé-respondo sin más.
--Está mal que lo hagamos-murmura dejando otro beso sobre mí, solo que esta vez en la comisura de mis labios en vez de en ellos por completo.
--También lo sé-respondo muy en bajo cerrando mis ojos y dejando que el contacto de Harry me haga sentir tan horriblemente bien.
--¿Deberíamos parar?-pregunta pegando su cuerpo al mío.
--Sí-respondo rápidamente, ya que es lo que deberíamos hacer.
--Estoy de acuerdo-susurra antes de tomar mis labios de nuevo, pasando su lengua por mi labio inferior.

Sus manos llegan a mi cintura en menos de tres segundos, haciendo que mis brazos se enrollen en torno a su cuello apretándome a él, a su torso definido y musculado, dejando nuestras caderas pegadas, encajando la una en la otra cuando no deberían de estar así, ni mucho menos, más bien todo lo contrario.

--¿Todo bien?-se oye la voz del doctor, haciendo que tanto Harry como yo nos separemos el uno del otro como si hubieran tirado de nosotros de una cuerda.

Sin decir nada más, sin ni siquiera mirarnos, Harry abre la puerta del baño y sale dándole los test al doctor, yo salgo tras él, aún tratando de comprender qué acaba de pasar, otra vez, pero mi cabeza no da para mucho, puesto que aún me sigo encontrando mal.
El doctor observa las pruebas de embarazo mientras se dirige a su asiento, una vez allí sigue mirándolas detenidamente, aunque un ceño fruncido parece estar asomando en su juvenil cara, haciendo que me sienta malditamente nerviosa, ya que no sé qué significa exactamente esa expresión.

--¿Y bien?-pregunta Harry nervioso.
--Nada-responde muy seguro el médico, soltando un suspiro antes de dejar los test sobre la mesa y mirarnos, a lo que nosotros devolvemos la mirada insistiendo en que nos diga a qué se refiere con eso de "Nada"-Según ambas pruebas de embarazo no está embarazada.

Mis pulmones se liberan y siento un gran alivio recorrerme por completo, aunque ese alivio dura bastante poco, ya que el médico vuelve a hablar.

--Existen tanto falsos positivos como falsos negativos en estas pruebas-dice finalmente, provocando que la congoja y el temor vuelvan a mi ser-Haré una ecografía y un análisis de sangre-me informa sonriente.

Nos lleva hasta la sala contigua y allí me hace sentarme en una camilla, con Harry observando todo a su alrededor, solo buscando algo con lo que distraerse y no pensar en el marrón que nos puede llegar de un momento a otro.
Un gel trasparente es esparcido por mi estómago antes de que ese aparatito se ponga en mi estómago haciendo pequeños movimientos circulares mientras el médico busca algún indicio de embarazo en mí.

--No parece haber nada-confirma pasados unos minutos mirando el monitor-de igual manera probaré con un análisis de sangre, pero todo parece indicar que... bueno, no está embarazada.

Esas tres palabras "No está embarazada" es todo lo que llenan mis oídos y hacen que sienta mi cuerpo flotar feliz aún sintiendo malestar, pese a que aún haya una pequeña probabilidad de que lo esté y ésta sea revelada por el análisis de sangre, pero sin dudarlo la tranquilidad que siento en mi cuerpo es totalmente increíble.
De nuevo nos movemos a otra sala, donde me sacan algo de sangre con bastante rapidez y acto seguido se llevan esos tubitos con mi sangre a algún lugar para analizar. Espero que no tarden mucho en darme los resultados, y por la cara de estrés de Harry, creo que él también lo espera.
Esta vez caminamos hacia la sala de espera, esperando a que nos den los resultados. Trato de calmarme, sintiendo como las náuseas vuelven a mí al igual que mi malestar, mientras Harry solo camina de un lado al otro de la sala, mareándome más y más, pero él parece estar demasiado nervioso como para detenerse.

--Harry, o paras o me acompañas al baño, porque me estás mareando más de lo normal-me quejo apretando mi estómago para que se mantenga todo dentro y no acabe por vomitar, otra vez.

Él se apresura a cogerme en sus brazos como si no pesara más que una pluma y se encamina con velocidad hacia alguna parte de este gran hospital. Apoyo la cabeza en su pecho para no sentir como mi cabeza bota de un lado para otro.
¿Cómo he llegado a esto, a estar haciéndome pruebas de maternidad para saber si estoy embarazada de mi hermano? Es completamente de locos, y eso que apenas hace un año tenía una vida normal... Normal, pero sin él.
Parece que llegamos al destino acordado, ya que Harry se detiene en un baño de aspecto lujoso y moderno y se mueve conmigo hacia uno de los cubículos, donde me deja con cuidado en el suelo, pegándome a él para que no me caiga y cerrando la puerta con seguro para que no pueda ser abierta por nadie desde afuera.
Hace que me dé la vuelta, quedando mi espalda pegada a su pecho y acto seguido abre la taza del váter.

--Cuando quieras-dice sosteniéndome entre sus brazos, preparado para cualquier cosa.
--Se me quitaron las ganas-admito con una pequeña sonrisa.
--Algo es algo-dice en un suspiro.

Me da la vuelta de nuevo y me abraza con fuerza, pegándome a su pecho, escondiéndome y protegiéndome de todo mal que pueda haber, tan solo con sus brazos, pero para mí es la máxima protección a la que puedo aspirar, ya que él haría cualquier cosa por verme sonreír.

--¿Podrás perdonarme algún día?-pregunta muy en bajo.
--No hay nada que perdonar Harry y lo sabes-respondo alzando mi vista hasta que mis ojos se topan con los suyos.

Me mira con fijación, antes de inclinarse y besar mis labios con el mayor cariño y dulzura con el que nunca lo ha hecho, temiendo que me pueda romper con su fino y delicado roce. Dejando un rastro de cosquilleo en ellos cuando se separa del beso y simplemente deja su frente apoyada contra la mía.

--¿Crees que Niall me perdonará?-pregunta con la voz quebrada, asustado porque Nialler no sea capaz de comprenderlo y no vuelva a ser lo mismo su amistad.
--Sé que lo hará-confirmo antes de ser yo quién une nuestros labios.

De nuevo volvemos a la sala de espera, donde deberían de decirnos los resultados en cualquier momento, pero mientras tanto, he conseguido que Harry se siente en una silla y yo sobre él, así él se mantiene quieto y tranquilo y yo me encuentro mejor recostada entre sus brazos y pegada a su pecho, escuchando los cálidos latidos de su corazón.
Cuando oigo como mi móvil empieza a sonar con una canción lenta que tengo de tono de llamada y que realmente no sé de quién es, pero tampoco es importante porque simplemente me gusta y es increíblemente preciosa. Shut the door, turn the light off, I wanna be with you, I wanna feel your love, I wanna lay beside you...

--I can not hide this, even though I try...-canta Harry en voz baja, casi sin darse cuenta.
--¿La conoces?-pregunto extrañada, ya que Harry y yo tenemos gustos totalmente distintos, al menos musicalmente hablando.
--¿Qué?-pregunta confuso.
--La canción-respondo colgando el móvil a quien sea que llamaba-¿La conoces?
--Claro-responde él riendo entre dientes.
--¿De qué?-pregunto confundida, acomodándome más en su pecho.
--Es nuestra-responde simplemente.
--¿Qué?-pregunto alucinada, mirándole a la cara, para ver como sonríe.
--Es nuestra, Moments. Esa primera estrofa es de Liam-responde simplemente.
--Oh... es bonita-digo en un murmullo.
--Te gusta nuestra música. Te gusta nuestra música-dice pinchándome como un niño pequeño.
--Me gusta esa canción-aclaro-Porque aparte es la única que he escuchado de vosotros-añado con diversión.

Él ríe por lo bajo antes de comenzar a mecerme con cuidado entre sus brazos para que no me encuentre peor, al tiempo que los latidos de su corazón me tranquilizan y su melodiosa voz canta de manera baja esa canción que tanto me gusta de ellos.

--You know I'll be your life, your voice, your reason to be...-canta en apenas un susurro, antes de dejar un pequeño beso en mi cabeza, lleno de ternura y cuidado.

Para cuando conseguimos tranquilizarnos ambos, oímos nuestros nombres en la boca de un enfermero, llamándonos para que volvamos a la consulta y sepamos finalmente si hay un pequeño Styles-Cox dentro de mí o no.
Harry me lleva en sus brazos, ya que siento como a cada segundo me encuentro peor, supongo que los nervios se han sumado a mi estado de salud, sea el que sea.
Llegamos a la sala del doctor Mabon de nuevo, donde Hazza me deja sentada en una silla con cuidado y él se sienta en la otra con velocidad y nerviosismo, esperando a que nos digan de qué van los resultados, mientras yo solo me acurruco en mi sitio, sintiendo como la cabeza me pesa y la estancia se torna fría de repente, al menos para mí, lo que hace que cierre los ojos y frunza el ceño molesta.

--Según esto-comienza a decir el doctor con voz pausada, mientras oigo como pasa un par de papeles-lo lamento...

Mi corazón se detiene, siento como mi piel se enfría de repente y solo puedo oír en el fondo de mi cabeza los gritos de Niall enfadado, sus lágrimas de puro dolor ante el engaño, Marta sin mirarme nunca más en la vida, los llantos rotos de Harry y un llanto de bebé acompañando toda la escena. Adiós Niall. Adiós Marta. Adiós Harry. Adiós vida normal y tranquila.

--Oh mierda-oigo que dice Harry con un nudo en la garganta.
--Pero no está embarazada-termina la frase el doctor.

El alivio sale de mi cuerpo de un plumazo, pese a que no lo pueda expresar, ya que si me levanto me caeré al suelo; no me veo capaz de sostener mi cuerpo ni de lejos.
Se van los gritos y lloros de Niall, la mirada hostil de Marta y el lamento de Harry, se disuelve en mi mente el lloro del bebé. 

--¡ALELUYA!-oigo que exclama Harry con la mayor felicidad que en algún momento de su vida pudo mostrar-¡OH SEÑOR! ¡GRACIAS! ¡GRACIAS! ¡GRACIAS!-da las gracias, no sé si a Dios, al doctor, a la suerte o a todo el planeta en general.

Noto como las náuseas llegan a mí de repente y sin poder evitarlo me muevo y vomito en el suelo, junto a mi silla, haciendo que Harry deje de gritar y se coloque junto a mí con rapidez, mientras siento como mi estómago hace fuerzas para expulsar algo más, pese a que dentro de mí no haya absolutamente nada, cosa que me duele casi más que el vomitar en sí.

--Hey, hey, cielo, tranquila, ya pasó-dice Harry con tranquilidad, acariciando mi pelo para que me calme-¿Entonces qué la ocurre doctor?-pregunta, esta vez asustado.
--Yo diría que es gripe, no sería de extrañar, es una época muy mala para las gripes, pero se han dado varios casos en las últimas horas, puede que sea un nuevo brote.

Harry y el doctor siguen hablando sobre mí, sobre qué debo y no debo tomar para recuperarme, sobre que debo descansar y estar tranquila, cosa que ahora estaré, ya que es oficial, que no hay manera posible de que esté embarazada de mi hermano y que por ello, Niall no tengo porqué enterarse de que me acosté con él, borracha perdida y algo colocada. Aunque tengo dudas, dudas acerca de qué se tomaría peor, si que me hubiera drogado sin querer o por haberme acostado con uno de sus casi hermanos, pero prefiero que nunca tengamos que llegar a la situación de tener que contárselo.