miércoles, 31 de julio de 2013

Capítulo 21. La que se ha armado.


Narra Louis.
Debería haber salido corriendo, haber gritado, dado un portazo, algo de eso, pero sin embargo.. se mete en el baño conmigo y cierra la puerta, despacio y en silencio, sin apartar sus ojos de los míos por un segundo, haciéndome sentir pequeño y sin aire en esa inmensidad tan oscura y profunda que son sus grandes ojos azabache.
La miro alucinado sin saber qué hacer o qué decir.¿Qué está haciendo? Me mira algo nerviosa y se quita la camiseta, haciendo que aparte la mirada de ella al sentir vergüenza por la situación tan íntima que estamos creando.
Veo como el resto de su ropa cae al suelo y con ello que la curiosidad empiece a ganarme y finalmente a vencerme al alzar la mirada para poder observarla y ver que es incluso más bonita de lo que me había imaginado, haciendo que se me seque la boca al verla tan al natural, tan perfecta. Ahora sí que no puedo apartar los ojos de ella.
Se acerca a mí con la lentitud de una tortuga pero la gracilidad de una gacela, no parece que pise el suelo, desnuda y sin aparentes complejos ni inseguridades, cosa que me gusta sin dudarlo, y simplemente me besa, dejándome a cuadros por ello.

--Yo...Liam...tendríamos que...al hospital...-balbuceo al no saber cómo reaccionar ante esta intromisión en mi baño.
--Estará bien sin nosotros...-susurra mientras acaricia mi pecho...y lo que no es el pecho, ya que baja las manos con cuidado por mi torso hasta llegar a un punto muy concreto, haciendo que abra los ojos por la sorpresa

--Lu-Lucía-trato de decir, pero me calla con un beso mientras retrocedemos hasta la ducha.

No me puedo creer que Lucía esté haciendo esto, nunca me imaginé que ella fuera así, o al menos no tan atrevida después de lo callada que estuvo anoche, aparte de lo tímida.

Sigo el beso, porque en realidad tengo ganas de besarla, por lo que profundizo el beso mientras dejo que ella me empuje hasta quedar dentro de la ducha con sus manos sobre mi cintura.
Mis manos bajan hasta la espalda de esta chica y comienzo a acariciarla con cuidado, ella sonríe sobre mis labios y baja los suyos por mi cuello haciendo que me estremezca y que cierre los ojos tratando de no soltar ningún sonido impropio que arruine el momento.
Poco a poco nos metemos bajo el agua que cae de la ducha, ambos empapados y ya resbaladizos empezamos ese juego, del que no somos casi conscientes ya que no sabemos lo que estamos haciendo.
La subo a mis caderas y la apoyo en la pared de la ducha. La miro a los ojos buscando esa mirada que me atrapa, ella asiente y yo sonrío, no me puedo creer lo que está pasando. Con cuidado y mientras nos besamos, me voy introduciendo en ella. Está apretada, más de lo que pudiera pensar, además ¿llora? Está llorando y aguanta un grito. Eso me asusta y miro hacia abajo, el agua se tiñe de rojo, pequeñas gotas. Mierda, es virgen, no sé que estoy haciendo, es una niña, es horrible. Pretendo moverla y ella me mira negando de nuevo, insiste en seguir,
en realidad me siento mal haciendo eso

--Per...-intento decir algo, como que lo siento, que no quiero hacerla daño,

Pero se me olvida con otro beso, este más deseoso, me busca y encuentra.
Empiezo a moverme dentro de ella, notando sus uñas en mi espalda y luego suspiros cuando empezaba a relajarse y nota el placer, el mismo que yo estoy sintiendo al hacerlo con ella.
Al cabo de un rato aumento el ritmo, haciendo que ella empiece a gemir y yo a sonreír, mi respiración está agitada y se que me voy a venir de un momento a otro, intento salir de ella pero no me deja, me muerde el lóbulo de la oreja y con eso acabo corriéndome en ella sin poder evitarlo.
Me mantengo así unos segundos intentando recuperar la respiración y luego la bajo de encima de mí y la abrazo con fuerza, dejando que se esconda en mi pecho. Me da miedo que no le haya gustado, tampoco soy capaz de mirarla a los ojos por todo lo que ha pasado.
El silencio invade el momento, no sé que decirla, disculparme, agradecérselo...
Solo se oye el repiqueteo del agua caer sobre la losa de la ducha y sobre nuestros cuerpos desnudos.

--¿Estás-estás bien?-pregunto asustado.

Me mira con lágrimas sobre los pómulos pero con una sonrisa y asiente con la cabeza, apoya su mejilla contra mi pecho y suspira con la respiración cortada, haciendo como sienta el dolor en esa respiración y con ello que me sienta más imbécil aún si cabe por haberla hecho daño.

--¿Te...duele?

No dice nada, se queda callada sobre mi pecho, por lo que levanto su cara despacio para que me mire a los ojos y en ellos pueda ver vergüenza, miedo y algo de dolor. Joder.

--No importa...-contesta avergonzada en un susurro-va-vamos...al...hospital...a ver a..Liam-dice separándose de mí. Caigo en que aún el agua sale enrojecida, cosa que hace que me sienta horrible.

--¿Segura?-insisto.

Asiente con la cabeza con lentitud y yo salgo de la ducha con un suspiro y con intención de dejar que se duche ella, por lo que cojo una toalla para secarme.

Escucho como las cortinas se mueven y me doy media vuelta para ver como ella sale con lentitud y tranquilidad, no sé si por el dolor que debe de sentir dentro de su frágil cuerpo o por la vergüenza.

--Dúchate, tranquila, yo...voy a otro baño.
--Ya...me ducharé al llegar a casa.

Se acerca hasta mi lado, cubriéndose con los brazos y con intenciones de coger otra toalla, con mi mirada posada en ella y en cada movimiento que hace para que yo pueda hacer algo que la tranquilice o alivie, pero nada se me ocurre, y justo en este momento ella da un resbalón haciendo que la coja del brazo para que no caiga al suelo por un pelo, pero con todo el agua que hay caemos los dos, quedando tumbado en el suelo y ella sobre mí, con su pelo negro azabache cayendo por mi cara, ambos completamente mojados.
Acaricio su espalda como acto reflejo, que a causa del frío tiene toda la piel de gallina. Me acerco a sus labios lentamente sin apartar mis ojos de ella solo para ver algún indicio de que desee que me detenga, pero la verdad es que no lo encuentro, más bien todo lo contrario, parece pedir que siga con todo esto, por lo que rozo con cuidado sus labios, pero entonces las dudas llegan a mí.

A lo mejor no la apetece, quizá...solo haya querido que sea un polvo para ella, soy su ídolo, no me conoce personalmente...pero me da lo mismo, la beso de forma que parece un círculo vicioso, porque da la sensación de que vamos a empezar de nuevo, en parte así es...
La cojo mientras besa mi cuello y salimos del baño, sabiendo que hay un cambio de temperatura pero yo no lo siento, apenas un ligero cambio solo por el calor que mi cuerpo parece desprender.
La dejo apoyada en la cama y yo sobre ella mientras me sigue besando sin ser realmente muy consciente de lo que hago, pero gracias a Dios un rayo de sensatez llega a mí antes de que pueda hacer nada: si acaba de ser su primera vez y... la he hecho daño, no creo que deba intentarlo una segunda.

--Perdón, perdón-murmuro apartándome de ella lentamente-Lo siento.
--Tranquilo...

Me levanto y me acerco al armario a coger mi ropa, con la cual me visto rápido solo para poder salir de aquí cuanto antes y que la pobre chica tenga intimidad para vestirse o lo que sea que quiera hacer.

--Oye, vístete tranquila yo voy a hacer el desayu...-comienzo a decir mientras me doy la vuelta dando como duerme apenas tapada con una toalla de baño sobre mi cama.

Pobrecita, creo que la he machacado, porque aunque el cuerpo, tanto de hombre como de mujer está hecho y preparado para esto...yo no sabía que iba a ser su primera vez...por lo que quizás debí de... no sé, ser más delicado tal vez. Bien Louis, acabas de desvirgar a una fan... una parte de mí me regaña, por lo que frunzo el ceño molesto sacudiendo mi cabeza.
Suspiro y me acerco a su lado cogiéndola con cuidado y notando como tiene la piel fría. Abro las mantas de la cama como puedo y la dejo despacio sobre ésta, la tapo para que no tenga frío y me quedo observándola de nuevo.

Es hipnótico, me llama, es como si dentro de ella algo me dijera que tengo que observarla por segundos, por minutos, por horas, por días, semanas e incluso años.
Retiro el cabello que cae aún mojado por su frente tapando parte de su cara hasta dejarlo a un lado de ésta, pudiendo ver así sus facciones dulces y quizás aún algo aniñadas para ver como están algo marcadas por el dolor, haciéndome sentir aún peor si cabe.
Joder...la que he armado por querer estar con una fan.
Salgo de la habitación despacio y bajo a la cocina a hacer el desayuno cuando suena mi móvil, dándome un susto de muerte y haciendo que se me caiga al suelo. Lo cojo sin mirar quién es, apoyándolo en mi hombro mientras sigo con un intento de desayuno.

--¿Si?
--Louis, ¿Dónde estás?-pregunta la que creo que es Ane al otro lado de la línea.
--Eh...en casa.
--¿Vas a venir a ver a Liam?
--Sí, claro.
--¿Sabes dónde está Lucía?

¿Y ahora qué? Ellas son amigas, debería saberlo, ¿pero debería saberlo por mí? No, tal vez no, pero si yo no se lo digo, ¿Lucía se lo contará? ¿se lo contará a alguien o simplemente se lo callará para siempre? ¿Tal vez sea una cazafortunas que solo ha venido a aprovecharse de mí? No, no creo.


--¿Louis? ¿Sigues ahí?-pregunta Ane confundida.
--Eh...sí...no, no sé donde está-contesto tratando de no sonar nervioso.
--Vale, pues la llamaré-comenta como si tal cosa.
--¡No!-exclamo tal vez demasiado nervioso o en voz demasiado alta-no la llames.
--¿Por qué?-pregunta extraña.
--Porque...porque no...pobrecita, estará durmiendo...ya-ya la llamo yo después.
--Vale, vale-contesta extrañada antes de colgar.

Me voy al salón y me dejo caer en el sofá, sintiendo como mi cabeza ahora suele por tanta presión a la que me estoy sometiendo.

Conozco a una chica y a la mañana siguiente me la tiro, y para colmo es una fa y para más colmo aún no se ha sentido como ninguna clase de sexo que haya tenido hasta el momento.


Narra Ane.
Miro el móvil extrañada por la extrañada contestación de Louis, que ni siquiera merece la pena decir que está raro porque es más que obvio que lo está.

--¿Qué pasa?-pregunta Liam confundido al ver mi cara de extrañeza.
--Nada, nada, que Lou...bueno nada...déjalo...

Una camilla llega de repente interrumpiendo nuestra conversación y apartando mis pensamientos sobre ello, dando con que aquella persona que va sobre la camilla profundamente dormida y con un aspecto obvio de tener que estar en un hospital dada su pálida piel, es la chica que vino el otro día a casa de Harry junto con Liam, la cual se veía tan tierna y tímida... ¿Qué la habrá pasado?

--¡Alejandra!-exclama Liam saltando a su lado-¿Estás bien?-pregunta preocupado con voz temblorosa.
--No le va a responder, está sedada-informa un enfermero mientras le mete en la habitación-Se quedará en la habitación con usted, no la haga hacer esfuerzos-añade.

--Espera, ¿no estaba Marta dentro?-pregunto viendo que Marta no ha salido.
--Cierto, voy a por ella-responde Niall dejándome en el suelo y metiéndose en la habitación.

Sale con ella de la mano, restregándose un ojo como una niña pequeña y haciéndose ver bastante tierna.
Meten la camilla con la chica y como es obvio vamos todos a mogollón a meternos en el cuarto para poder verla, el primero Liam, como no, pero entonces nos frena un médico con aspecto de tener malas pulgas.

--No pueden pasar, tiene que descansar-nos informa serio y tajante.
--¿Pero cómo está?-pregunta Liam de los nervios.
--Débil, pero está bien, ha perdido mucha sangre, pero se recuperará-habla anotando un par de cosas en unos papeles-No entren-nos exige de nuevo, mirándonos fijamente.

Asentimos con la cabeza como si fuéramos una clase de niños pequeños ante un profesor, y el doctor se va, aunque es obvio que en cuanto da la vuelta por la esquina, entramos en banda sin hacerle caso a él ni a sus estúpidas exigencias.
Zayn deja en el sofá pequeño que hay a Harry durmiendo como una marmota y Liam se acerca a la chica mientras que el resto nos mantenemos alejados para ver cómo transcurre el reencuentro o lo que sea que sea esto.

--Ale, cielo-habla preocupado.

Nos acercamos con él y miramos curiosos a esa chica, la cual es bastante guapa, para qué negarlo y la cual gruñe, entreabriendo los ojos. Lo primero que éstos deben encontrar debe de ser a Liam, ya que ella sonríe débilmente y el castaño la devuelve la sonrisa con felicidad y ojos llorosos mientras nosotros disfrutamos de la telenovela que parece que se está montando o se va a montar, a lo culebrón latino. Nos faltan las palomitas.

--Niño pijo-dice en voz baja pero divertida.
--Qué susto me has dado-contesta Liam medio llorando antes de abrazarla con fuerza.
--Solo se han abierto los puntos, no seas exagerado-dice cansada-que se han abierto todos, vaya bestia-añade riendo.

Nosotros nos miramos extrañados sin saber de qué va todo eso de los punto, pero Liam se enrojece, hacíéndonos saber de inmediato que son sus bromas personales e íntimas.

--Bueno, tú solo recuperate pronto, ¿vale?-dice besando su mano con ternura.
--Sí, tranquilo-contesta ella con voz tranquila y dulce-Por cierto...he estado oyendo algunas cosas, no sé cómo, pero lo he hecho, así que creo que debo de preguntar... ¿Cómo que me ha donado sangre mi novio?
--Yo te he donado sangre-confirma Liam con una sonrisa apartando el pelo de la pálida cara de la chica.
--No hemos hablado eso de novio-contesta ella haciendo que el pobre chico se quede con la boca abierta.
--Eh...yo-yo pensé...pensé que...tú...

Ella ríe por lo bajo al ver la cara de pasmado que se le ha quedad al pobre Leeyum y por lo tanto nosotros también reímos por lo bajo sin querer interferir en su momento especial.

--Acércate-pide ella en voz baja.

Él hace lo que le piden, obediente y sin dudarlo.

--Un poco más.

Se acerca más y más, tal y como ella le dice.

--Un poco más.

Hasta que sus labios se juntan, y ella con la mano en la que tiene la sonda acaricia la cara de Liam con ternura, mientras que Liam, a su vez apoya la mano derecha sobre la cama para profundizar ese tierno beso.

--Creo que sobramos-nos dice Zayn en bajo..

Nosotros asentimos al ver que les estamos molestando y haciendo de público en algo en lo que debería ser un concierto privado para dos, por lo que salimos despacio de la habitación para no molestar o interrumpir, mientras esos dos siguen besándose, dejando a Harry dentro con ellos, ya que duerme y él seguro que no molesta, a menos que se ponga a roncar, que eso ya sería otro cantar.

Noto el cuerpo de Niall pegarse a mí, haciendo que alce la cara desde el suelo hasta dar con la suya y en concreto con esos profundos ojos azules, viendo una sonrisa dibujarse en ellos mientras coloca sus dos manos en mi cadera, como si quisiera mantenernos juntos.

--Creo que tú tienes que disculparte con alguien-habla con cierta diversión, subiendo su mano de mi cadera a mi cara para acariciarla con el dorso.

Agacho la cabeza avergonzada, mordiendo mi labio inferior al ver que realmente debería dar unas disculpas, aunque la verdad tengo de todo menos ganas, y mucho menos a esa chica que tan mal me cae.

--Venga, vamos-dice al ver que no reacciono, cogiéndome de la mano con ternura, entrelazando sus dedos entre los míos.

Nos encaminamos a la puerta de Paula, donde Niall se detiene, mirándome sonriente y no sé si es porque se está riendo de mí o porque se siente orgulloso de haber conseguido que haga tal cosa como pedir perdón a esta chica.

Él llama a la puerta y aunque no contesten, entramos.

--Paula-habla él contento-tenemos que...

Se calla de golpe al ver que la camilla está vacía, no hay nadie, no está la chica delgada e irritante. La única persona que hay es una enfermera cambiando las sábanas con la maestría y rapidez de años de práctica.

--¿Qué...?-pregunta con un nudo en la garganta que apenas lo deja hablar-pero ¿dónde...?-esta vez pregunta mirándome a mí.


Noto su mirada triste y dolida sin saber qué hacer o qué decir, apenas sin saber qué pensar o qué quiere pensar, por lo que yo tan solo le devuelvo la mirada cn seriedad, tristeza y algo de dolor, tratando de dar con la respuesta más acertada para este momento que no pensé que llegaría y mucho menos tan pronto.

--Lo siento-es lo único que siento que debo decir.

Sus ojos se cristalizan al instante, al comprender qué es lo que le estoy queriendo decir, y simplemente me abraza con fuerza, escondiendo su cara en mi cuello, tratando de no llorar, pero aún así aferrándose a mí como única manera de no derrumbarse, soltando pequeños suspiros fruto de reprimir sus lágrimas.

Gracias a esa chica, esa chica con la que me he peleado, gracias a ella estoy con el chico que realmente amo y que ella aparentemente me quería quitar, y ahora ella...ya no está...

lunes, 29 de julio de 2013

Capítulo 20. Celos.

Narra Niall.
--¿Gilipollez? ayer estuvo llorando y encima te puso de princesa, ¡cuando no eres nada!
--Mira niña no me toques lo que no tengo, porque te cojo así de los pelos.

Ane da comienzo a la pelea cuerpo a cuerpo, tirando del pelo a Paula y arrancándola un mechón, haciendo que ésta se defienda y la dé un buen empujón que hace que caiga al suelo y con ello que la Señorita cambio-de-estado-de-ánimo-cada-cinco-minutos la coja de una pierna, haciendo que la pobre Paula caiga también al pulido y limpio suelo de este hospital y con ello que la pelea acabe siendo por el suelo, gritándose cosas la una a la otra y lanzando golpes.

--¡Chicas! ¡Parad de pegaros!-las pido, pero están demasiado ocupadas sacándose los ojos con las manos.

En un momento en el que Ane tiene cogida a Paula con las muñecas contra el suelo, la cojo de la cintura, levantándola del suelo y así alejándola de Paula para que nadie acabe con nada roto, aunque se puede ver como ya se han dado golpes, ya que veo algún que otro arañazo en los brazos y caras de ambas.
Saco a la más escandalosa de la habitación mientras me manda y dedica insultos y golpes, aunque de igual manera consigo que quedemos afuera con la puerta de Paula cerrada.

--Oye, oye, relájate-la pido dejándola en el suelo, pero su respuesta es de nuevo golpear mi cara-¿¡Quieres parar de pegarme?!-exclamo ya harto de que mi cara sea su diana de golpes.
--¡DÉJAME QUE VOY A QUITAR DE UN GUANTAZO LA TONTERÍA A ESA NIÑATA!-me grita dirigiéndose a la habitación pero la sujeto de la cintura a tiempo para que no mate a nadie-¿¡PERO QUÉ ES LO QUE TE PASA?!
--¿Qué es lo que te pasa a ti?-pregunto riendo mientras la muevo con cuidado hasta dejarla entre la pared y mi cuerpo para que no se me escape.
--¿¡A MÍ?! ¡QUE TE PONES AHÍ EN MEDIO A TIRARTE A UNA CHICA!
--Me he tropezado-contesto con humor.
--¡YA! ¿¡Y QUÉ MÁS?! ¡NO PUEDES ESTAR CON ELLA!-grita histérica, haciendo que nos ganemos miradas de asco por doctores y enfermeros, ya que se supone que en un hospital no se puede gritar, por lo que se oye como nos chistan varias veces.
--¿Por qué?-pregunto divertido.
--¡PORQUE NO!-dice con un cabreo impresionante.
--No será porque...¿estás celosa?-pregunto alzando una ceja, divertido.
--¿¡YO?! ¿¡CELOSA DE ESA...LO QUE SEA?!
--Admítelo-digo en un tono bajo acortando nuestras distancias.
--¡NO!
--¿No te gusto?-pregunto sintiéndome estúpido de repente.

Paula ayer me hizo pensar que a ella realmente le gusto, pero... me parece que no es la realidad, ya que no siente ni siquiera celos de verme con otra chica, o al menos es lo que parece.

--¡YO NO HE DICHO ESO!-grita en respuesta, haciendo que una llama de esperanza se encienda dentro de mí.
--Entonces ¿te gusto?-pregunto nervioso.
--¡POR SUPUESTO QUE SÍ! ¿¡ES QUE ESTÁS CIEGO?!
--¿¡Y POR QUÉ ME GRITAS?!-grito como ella, aunque yo divertido mientras ella parece echar chispas.
--¡PORQUE LA BESAS A ELLA Y NO A MÍ!

Sus palabras hacen que abra los ojos con sorpresa, ya que eso es... una declaración en toda regla, o al menos la petición/exigencia/reproche de un beso. 
Con la mano que tenía retenida su cadera contra la pared hago que esta vez se acerque en dirección contraria, es decir, hasta mí, haciendo que sienta su cuerpo pegado al mío, por lo que estoy a la distancia perfecta para admirarla por unos breves segundos en los que capto a la perfección ese color verde esmeralda, esa nariz recta y pequeña, esas mejillas sonrojadas por tonto grito y tanta pelea, ese lunar que hasta ahora no me había percatado en la parte izquierda de su nariz, sus rizos cayendo con desorden por la pelea, y por supuesto sus labios gruesos y rosados, los cuales me encargo de unir con los míos antes de que ella misma se arrepienta, sintiendo como todo lo que yo pensé que era mi mundo se convierte en una nimiedad al sentir el tacto de esos labios sobre los míos, tan dulces y suaves, siguiendo el compás de lo que iba a ser en principio un pequeño beso corto y quizás algo infantil, pero ella decide que debemos mantenernos unidos por más tiempo, ya que noto sus manos acariciar desde mi pecho hasta mi cuello, donde cruza sus labios, quedándose así más pegada a mí imposible.
Es el beso más dulce y perfecto que me han dado en toda mi existencia, y no es por alardear, pero me han dado bastantes, aunque ni de lejos tan buenos y especiales como este.
Es ella quien decide romper la conexión, haciendo que me dé cuenta de como estaba al borde del desmayo por falta de aire, pero que tampoco le tome importancia, ya que siento como mis labios cosquillean por su anterior tacto y como ella misma me sonríe con una pequeña curvatura en sus labios, la cual yo diría que parece vergonzosa, al igual que el sonrojo de sus mejillas.

--Imbécil...-me susurra con algo de diversión antes de pegar su frente a la mía con cuidado, aún con sus brazos en mi nuca, donde siento que juguetea con mi pelo.
--Me he llevado tres guantazos en dos días, soy más que imbécil-contesto con una sonrisa haciendo que su espalda vuelva a quedar a la pared.
--Mucho-confirma divertida.

Hace fuerzas con los brazos sobre mi cuello, por lo que supongo que me está indicando que la coja, cosa que hago sin problema alguno, haciendo que su espalda quede de nuevo contra la pared, solo que ahora mucho más alta que antes, pero ella tan solo me abraza a mí como si temiera que me fuera, cuando en ningún momento me marché de su lado, más bien lo contrario; solo quería mantenerme con ella.

--A ver cuanto te dura este cariño-la susurro al oído y como respuesta ella me gruñe.
--Mucho-contesta acariciando mi cuello con su nariz-porque ya sé que me quieres...
--¿En algún momento lo he negado?-pregunto divertido.

Niega con la cabeza y me mira a los ojos por unos segundos, haciendo que aparte su mirada lo más disimuladamente posible, ya que hay demasiadas cosas dentro de mí y de mi anterior vida como para que ella las pueda ver solo con pararse detenidamente a mirarme.
Ella no aparece darse cuenta, o simplemente no le toma importancia, ya que simplemente hace que nuestros labios se unan de nuevo, provocando que el cosquilleo se agrave y que la felicidad me invada por completo, al saber que desde ahora ya podré sentir el dulce sabor de sus labios.

--Te quiero-susurra.

Y es entonces cuando siento como mi corazón ha llegado al tope de su felicidad y con ello que palpite con rapidez, chocando contra mi pecho y que tema sufrir un infarto causado por la felicidad más grande que me podría invadir.
Ella me quiere. Realmente ella me quiere. Por fin.
Oigo su risa en mi oído, supongo que porque me debo de haber quedado con cara de idiota, o porque seguramente me haya sonrojado, tal vez porque note mi corazón latir frenético, pero realmente me da igual, por lo que solo sonrío apretándola contra mí antes de alejarnos de la pared para poder volver con los chicos.
Apoya su carita en mi hombro y me mira con una sonrisa, parece una niña que se ha pasado el día jugando y ya no puede ni andar.

--¿Eres siempre tan bipolar?-pregunto evitando miradas de extrañeza por partes de quienes me encuentro por el pasillo.
--No soy bipolar-contesta con voz quejica mientras se coloca con los labios rozando mi cuello haciendo que me estremezca y que ella ría por lo bajo ante mi reacción.
--¿Cómo que no? me has dicho que me quieres a gritos-digo con clara diversión.
--Calla...-murmura ella en un mismo tono que yo.

Suelto una risa por lo bajo justo antes de quedarme parado frente a Zayn, quien está sentado y riendo mientras ve el espectáculo de un Harry lleno de cafeína hablar a una velocidad increíble.

--¿Qué os pasa a vosotros dos?-pregunta con una ceja alzada por la confusión mientras me siento a su lado con ella sobre mis piernas.
--No me sueltes-murmura ella al notar como mis brazos se han aflojado entorno a su cintura por no tener que cargarla ahora, por lo que llevo mis manos hasta su espalda y la acaricio lentamente.

No puedo evitar sonreír ante su petición mientras sigo acariciándola y dejo un beso sobre su pelo con cuidado.

--Bueno, bueno-habla divertido Malik-ya están otros dos liados. A ver si va a ser verdad que voy a ser el único en quedarse solo-añade en tono bajo y claramente desanimado.
--Por supuesto que no es cierto-dice ella de repente saltando de mis piernas a las suyas y abrazándole por obvia sorpresa, ya que Zayn abre los ojos sorprendido al ver que ella, la que siempre está enfadada con el universo, le abraza para consolarlo-no te vas a quedar solo ¿vale? vas a encontrar a una chica que sea tu princesa o tu superheroína o lo que sea en lo que te imaginas a tu futura pareja, ya lo verás-dice muy convencida antes de dejar un beso en su mejilla.

Y con ese simple e inocente toque, siento una maraña de dolor subir desde mi estómago, al tiempo que de enfado hacia el propio Zayn, haciendo que experimente esa sensación que suelo sentir cada vez que ella está tan cariñosa con Harry, haciendo que me sienta con... celos.

--Vale, pero tú sigues siendo la mía-digo en un tono tal vez demasiado molesto, cogiéndola y sentándola de nuevo sobre mis piernas, haciendo que oiga la risa baja de Zayn y con ello que le lance una mirada de advertencia.
--Es tu amigo, no te pongas celoso-murmura ella con cierta diversión, acomodándose entre mis brazos.

La risa de mi amigo se agrava y con ello que yo lo mire mal, pero  tanto su risa como mi mirada de enfado se ven interrumpidas por Liam saliendo de su habitación.

--Vaya ¿y vosotros dos?-pregunta mirándonos con clara extrañeza-¿Os han dicho algo de Ale?-pregunta esta vez preocupado.
--¿Por qué preguntan todos lo mismo?-dice ella con el ceño fruncido.
--No nos han dicho nada de ella, lo siento-responde Zayn dolido por no poder darle una mejor noticia a Liam.
--Pero ¿por qué nos preguntan todos eso?-pregunta Ane con el ceño fruncido.
--Porque os lleváis a cantazos-dice simplemente responde Liam con una cálida sonrisa aunque sus palabras sean bastante más toscas-¿U Harry?-pregunta de nuevo, esta vez mirando a nuestro alrededor.
--Creo que fue al baño, pero no sé a qué baño exactamente, a la velocidad a la que corre puede que se haya ido al de su casa y vuelva-habla Zayn con el ceño fruncido, mirando a nuestro alrededor.
--¡Hola chicos!-dice el aludido, apareciendo de... quien sabe donde, y con ello que nos dé un buen susto-¡No sabéis lo que me ha pasado!-dice hablando a un ritmo para él muy poco normal, para él y para cualquier humano-¡Estaba en el baño y puf, ha sido increíble, porque yo pensaba que era imposible y...-sus palabras se quedan en el aire ya que se cae por completo encima de Zayn.
--¿Qué le pasa?-pregunta Ane preocupada, tratando de alcanzarle.
--Creo que se le han acabado las pilas-dice Zayn cogiéndole como a un bebé sobre sus piernas y con la cabeza de este sobre su pecho-se le ha acabado la cafeína-dice acariciando sus rizos para tratar de dejarlos en algún orden-mucho que dice pero sigue siendo un niño.
--Oye, faltan Louis y Lulu-habla Ane cambiando de tema, mientras acaricia dulcemente la cara de Hazza-¿Alguien sabe dónde están?

Nos miramos entre nosotros y nos encogemos de hombros al no tener ni la más mínima idea de donde se pueden encontrar esos dos.


Narra Louis.
Llevo un rato despierto y la verdad no quiero despertar a la pobre Lucía.
Acaricio su pelo lentamente, dormida sobre mi pecho dejándome ver su total y completa belleza a una corta distancia.
Ella gruñe y lleva una mano hasta mi costado, abrazándome con fuerza mientras que la otra está apoyada al lado de su cara en mi pecho.

--Louis...-susurra haciendo que mi corazón se acelere y con ello que ella gruña de nuevo.

No puedo evitar sonreír al ver cómo me llama en sueños, aunque es simplemente porque soy su ídolo, cosa que me entristece notablemente, pero que tampoco puedo evitar.
Y entonces la llamada de la naturaleza acude a mí. Mierda. Me meo, pero mucho, necesito levantarme, pero no quiero despertarla, puf...mi vejiga...no va a aguantar mucho más. Dios, me meo, no puedo más.
Me levanto cogiéndola en brazos con todo el cuidado que Dios me ha dado. La miro asustado por si la he despertado, pero sigue dormida, por lo que suspiro aliviado antes de subirla hasta mi habitación y dejarla en la cama para que siga durmiendo con tranquilidad y mucho más cómoda que en el sofá o encima de mí.
No puedo evitar arrodillarme en el suelo y admirar de nuevo su belleza mientras duerme; su pelo negro azabache caer liso por sus hombros, los párpados cerrados, aún con el delineador sobre ellos, su pálida piel con algo de maquillaje, sin el cual apostaría a que se ve igual de hermosa, sus labios delgados y de un color rosado muy apetecible. Es de lo más bonito que he visto en mi vida.
Acaricio su mejilla con el dorso de la mano, haciendo que ella suspire con tranquilidad antes de hacer que sus labios se curven formando una pequeña sonrisa que hace que mi corazón se infle ¿Pero qué me está pasando? Es solo una chica, una chica muy guapa, preciosa, increíble, pero solo una chica, y... mierda, mi vejiga está a punto de reventar.
Me meto en el baño corriendo de mi cuarto, pudiendo así vaciar mi cuerpo, sintiendo un gran alivio.
Y ya que estoy me doy una dicha antes de que ella se despierte para darla una buena impresión y no una de guarro.
Me quito la ropa dejándola tirada por cualquier parte como suelo hacer y cuando me dirijo a meterme en la ducha la puerta se abre de golpe, apareciendo la chica a la que he estado admirando minutos atrás, solo que ahora Lucía me mira con los ojos como platos mientras noto como su boca se abre ligeramente tratando de articular palabra y como sus mejillas se tiñen de rojo con rapidez hasta el punto de parecer preocupante.
Me veo obligado a decir algo por muy estúpido que sea.

--Bu-buenos días.

domingo, 28 de julio de 2013

Capítulo 19. Sangre compatible.

Narra Liam.
--La herida...-murmuro al darme cuenta de su puñalada-Volvamos al hospital-asiente con la cabeza e intenta levantarse pero veo como no puede y gimotea por lo bajo-tranquila, tranquila-digo nervioso perdido-todo...va a ir bien, perfectamente...-susurro mientras ando de un lado al otro de la habitación-vale, vale, Liam, tranquilo-me digo a mí mismo en voz alta-¡Tranquilo!-oigo  una risa desde la cama. Veo como la venda que lleva, tiene una mancha roja cada vez más o más grande y su cara empalideciendo por segundos-claro, ¿tú para qué sales del hospital en estas condiciones?
--¿Quieres dejar de regañarme y llevarme al hospital?-dice entre dolorida y quejica.
--Sí, sí, claro, cierto, cierto, vamos.
--Me encantaría ir medianamente vestida-dice llevando la sábana hasta superar su pecho.
--Claro, voy a por ella, ¿estarás bien sin mí?
--Creo que como tarde mucho más me desangro en tu cama-dice abriendo las vendas-oh...mierda...no se ha quedado en su sitio ni un puto punto...
--Venga, vamos-digo cogiendo mi chaqueta.
--Liam, ¿me puedes dar algo de ropa? si no te importa y eso, porque ¡ESTOY DESNUDA Y DESANGRÁNDOME!-grita.
--Vale, soy estúpido, no pasa nada-digo mientras dejo la chaqueta y cojo algo de ropa mía.

Me acerco a la cama, me siento a su lado y la visto con cuidado.

--¿Puedes andar?-pregunto cuando está con ropa. Niega con la cabeza-no te preocupes.

La cojo en brazos, notando así como me está reventando el hombro de dolor. En vaya líos estúpidos me meto por una chica.

--Liam, se te van a saltar los puntos a ti-dice con clara preocupación en la voz mientras bajo con ella por la escaleras.
--No pasa nada-contesto tragándome el dolor.

Camino con ella por la oscura y fría calle hasta llegar al hospital, donde me meto con rapidez y me me acerco a la recepcionista, la misma de antes, solo que al verme volver parece despejarse de golpe, haciendo que su anterior sueño se evapore.

--Perdone, ¿recuerda que Alejandra Bennet se había ido?-pregunto nervioso a lo que la mujer asiente con la cabeza, aunque mirándome asustada, a mí y a Ale, quien parece peor a cada segundo.
--¿Se encuentra bien su amiga?-pregunta preocupada.
--Es ella, Alejandra y necesita un médico con urgencia-contesto de los nervios.

Miro a la cara a mi niña, su cara ya pálida por completo, viendo como le cuesta mantener los ojos abiertos y su cabeza se apoya en mi pecho dando cabezazos, mientras ella misma trata de mantenerse consciente sin mucho éxito.
La mujer asiente y llama rápido a alguien por teléfono.

--No, cielo, despierta, no cierres los ojos, por favor-la pido a punto de llorar.

 Al minuto están poniendo a Ale en una camilla y se la llevan a algún lado.

--Liam...-susurra mientras camino junto a la camilla por todo el largo pasillo.
--Tranquila, todo va a ir bien-respondo cogiendo su mano.

Como respuesta ella sonríe débilmente antes de soltar mi mano, ya que nos debemos de separar; ella se va a quirófano y yo me quedo en la sala de espera rezando para que no la ocurra nada malo y salga de esta.
Me dejo caer en una de esas sillas metálicas de la sala de espera, colocando mis codos sobre mis piernas y sin dejar de pedir a Dios que no me la quite de las manos.

--¿¡Pero dónde coño se supone que estabas?!-pregunta una voz en un susurro, completamente histérico.
--Buscando a Ale-murmuro en respuesta, sin mirar a Harry a la cara.
--¿Se había ido?-pregunta con algo de sorpresa a lo que yo asientocon la cabeza, aún mirando al suelo-¿Y la has encontrado?-asiento de nuevo-¿Entonces dónde está el problema?
--Cuando a mí me dispararon ella se llevó un navajazo por mi culpa-explico notando como las lágrimas vuelven a mí al recordar que se dejó rajar un costado por mí y que por esa misma razón ahora estarán intentando frenar la sangre que huye de su cuerpo.
--Pero, la habían curado, ¿no? yo la vi por aquí-contesta antes de sentarse a mi lado.
--Sí, pero...se le han abierto todos los puntos y...ha perdido mucha sangre-digo dolido sin evitar que salgan un par de lágrimas.
--Oye, no te preocupes-dice colocando su mano izquierda en mi hombro derecho a modo de consuelo-estará bien, seguro-añade con algo de esperanza y yo diría que hasta felicidad-por cierto ¿Cómo se le han abierto todos los puntos?-pregunta extrañado haciendo que note como enrojezco.
--Nada. De ninguna forma-respondo nervioso.
--Uy, esa sonrisa me la conozco-dice divertido-me sé de uno que esta noche ha mojado.
--¡Harry!-le regaño ya más rojo imposible-no seas basto, por favor-ríe ruidosamente.
--Pero no es mentira ¿verdad? habéis hecho algo.
--Cállate-digo nervioso.
--Ay Liam, Liam, que eres nuestro papi, tú eres el que tiene que ser responsable-dice divertido-parece buena chica, así muy dulce y muy mona, ¿la has estrenado?
--¡Harry!-exclamo antes de darle una colleja por cerdo y entrometido, pero él solo se ríe-qué asqueroso eres tío.
--Bueno, seguro que sí, no parece que vaya por ahí tirándose a cualquier.

Si tú supieras...-pienso para mis adentro.

--Oye, ¿habías pensado que estaba desaparecido o algo?-pregunto al recordar la manera en la que ha salido de la habitación, susurrándome histérico que donde estaba.
--La verdad es que sí, he llamado a todos-contesta con cierta diversión.
--¿Y qué te han dicho?
--Niall, estaba ya dormido, me ha dicho que tú sabes lo que te haces y que no nos preocupáramos.
--¿No está mal por lo de Ane?-niega con la cabeza-¿Y ella?
--Ella sí-dice con el ceño fruncido-estaba llorando, me ha dicho que quiere estar con Niall ¿Cómo puede ser tan orgullosa?-me encojo de hombros-Ella me ha dicho que no te había visto pero que no me preocupara, que estarías bien, que tú eres el inteligente de la banda... eso me ha dolido un poco-admite divertido-Louis según me lo ha cogido me ha dicho "¿Estás gilipollas? estaba durmiendo" pero bueno, luego estaba preocupado por si estarías bien, pero que no harías locuras, que eres el maduro y también me ha dicho que estaba con Lucía. Me da miedo llegar a casa, a saber con qué imagen me encuentro-dice riendo-Ah sí, Zayn, me ha dicho, que vendría aquí y que te iba a buscar donde sea. Si no supiera que lo que le pasa es que está solo diría que le gustas-admite riendo.
--Oye, no te metas con él, pobrecito, no tiene novia, ni a ninguna chica que ronde su cabeza, necesita preocuparse por alguien, su familia está lejos.
--Lo sé, pero me parece tierno.

Se oyen unos pasos correr rápidos por el pasillo en el que nos encontramos interrumpiendo nuestra conversación, y antes de que tan siquiera pueda girar la cabeza para ver quién es alguien se me tira encima, se supone que abrazándome, aunque casi ha sido un placaje en toda regla


--Hablando del rey de Roma-dice divertido Harry.
--Hola Zayn-añado riendo al ver a mi amigo apretándome contra su pecho con fuerza.
--¡Vuelve a desaparecer y te mato!-dice antes de darme un puñetazo en el hombro
--Yo también te quiero-contesto tratando de no reír.

De nuevo alguien interrumpe nuestra conversación, solo que esta vez es una doctora de aspecto bastante descansado para las alturas de la madrugada en las que nos encontramos. Lleva el pelo rubio y liso recogido en una coleta y unas pequeñas gafas en el puente de su nariz mientras lee un par de papeles que tiene entre sus manos.

--¿Son familiares de la señorita que acaba de entrar?-pregunta al vernos allí parados a los tres, mirándola expectantes y esperando a que diga algo.
--Sí, bueno, más o menos, soy su novio-explico levantándome del asiento.
--¿Novio?-pregunta alucinado Harry.
--¿Está bien?-pregunto asustado a la doctora, ignorando la pregunta de Harry por completo.
--Ha perdido mucha sangre, necesita alguien que le done, ahora mismo-contesta seria-normalmente hay reservas suficientes de cero negativo, pero hace un par de horas llegó un hombre que había sufrido un accidente de coche muy grave y hemos tenido que utilizar la mayoría.
--Yo, yo la doy la sangre que necesite-contesto alterado.
--Está bien, pero si su sangre no es compatible necesitaremos otro donante-explica ella.
--Yo también dono si lo necesita-añade Harry acercándose a nosotros dos.
--¿Donar a quién?-pregunta Zayn, completamente perdido al no saber de qué hablamos.
--Este también dona-dice Harry cogiendo del brazo a Malik.
--¿Qué? ¿Yo?-dice asustado.
--Sí, tú, venga que eres un machote-dice Hazza riendo-venga vamos, háganos las pruebas.

Nos meten a los tres en una sala y se nos acerca un enfermero con una aguja, haciendo que trague saliva de manera ruidosa, ya que aunque sea mayorcito las agujas me aterran lo suficiente como para que sude tinta cada vez que me tienen que hacer una analítica o algo por el estilo, por lo que trato de no desmayarme.

--¿Quién será el primero?-pregunta acercándose a nosotros.
--Da lo mismo-dice Harry simplemente, restándole importancia.
--Oye, ¿pero quién necesita la sangre?-pregunta perdido Zayn.
--Venga tú-dice poniendo una goma en mi brazo-que pareces sanote.

Noto como clava la aguja en mi brazo mientras yo miro a otro lado para no verlo y así hacer como que nada está pasando, pero aún así siento como mi estómago se está revolviendo.

--¿Liam? ¿Estás bien?-pregunta Harry a lo que yo asiento con la cabeza-estás un poco pálido.
--Estoy...estoy bien-admito, aunque mi voz suena bastante más débil de lo que pretendía.
--Venga, siguiente-dice el enfermero.

Me levanto y me apoyo contra la pared antes de que me caiga, respirando profundamente y mirando al frente, tratando de recomponerme sin mirar como a los chicos también les sacan sangre, solo que a ellos no parece afectarle, ya que oigo como Harry explica de manera resumida a Zayn a quien vamos a donar sangre si alguno de nosotros da compatibilidad con la sangre de Ale, aunque la verdad la única posibilidad de que la podamos donar sea que alguno tenga sangre cero negativo como ella y la verdad es que está comprobado que en las Islas Británicas no hay especialmente mucha gente con sangre de este tipo, por lo que solo queda cruzar los dedos.

--¿Te encuentras bien?-pregunta Harry dándome una palmada en la espalda, haciendo como sienta que la estancia me da un vuelco entero, aún por el mareo de haber estado en contacto con una aguja.
--Igual de bien que si tú te montas en una montaña rusa-dice Zayn pasando un brazo por mis hombros, ayudándome a salir de esa consulta de enfermería.

Me siento con ayuda del moreno en una silla, apoyando mi cabeza contra la pared y cerrando los ojos para no encontrarme peor.

--¿Te dan miedo las agujas?-pregunta asombrado Styles. Asiento con la cabeza-y te ofreces el primero a donar sangre.
--Que yo me maree un poco o que ella se muera por falta de sangre ¿tú qué crees que iba a elegir?-pregunto separando mi cabeza despacio de la pared para mirarle con el ceño algo fruncido por la estupidez que acaba de decir.

Donaría mi sangre, donaría mi aire, mis órganos, donaría todo por ella, solo porque ella se encuentre bien, aunque yo no esté del todo en condiciones después. Lo daría todo por ella.

--Oye, y ¿eso de novio?-pregunta apartando ese tema, sentándose junto a mí.
--Es mi novia. La quiero-admito en un murmuro algo vergonzoso, pero orgulloso de decirlo.

Mis dos amigos se miran con una sonrisa divertida, a lo que yo ruedo los ojos, previendo sus intenciones infantiles.

--¡QUE BONITO! ¡QUE BONITO!-canturrean al unísono.
--Venga idiotas, parad ya-digo divertido.
--Liam enamorado, ya no habrá quien le aguante-dice Malik.
--Ahora solo faltas tú-dice Harry con diversión haciendo que el moreno se sonroje.
--No le presiones al pobre chaval-le defiendo.
--Oye, que yo sepa el único con novia es Liam-se excusa Zayn.
--Mentira, yo estoy con Marta, y Lucía ha caído en las garras de Tomlinson, Ane y Niall andan enfadados, pero acabarán juntitos, así que faltas tú.
--Vale, vale, falto yo, pero es que no he encontrado ninguna chica que me guste de esa forma-admite con una mezcla de tristeza, desánimo y vergüenza.
--No te preocupes, la encontrarás-digo tirando de él haciendo que se siente sobre mis piernas.
--Que tiernos que sois por favor-dice Harry mirándonos mientras ríe.
--Oh, que se pone celoso el pequeño Harry-habla Zayn burlándose de él.
--Sí-contesta con voz de niño pequeño cruzando los brazos con morritos de puchero.

Río al ver la cara de niño emberrinchado de Harry y con mi brazo malo hago que se acerque a mí y se apoye en mi hombro, quedando los tres juntos en una pose bastante graciosa y algunos dirían que tierna.

--Perdonen-dice alguien interrumpiendo nuestras tonterías.
--¿Si?-decimos los tres a la vez.
--Solo ha habido un resultado de sangre compatible con la señorita Bennet-informa un enfermero con una sonrisa divertida al ver como nos encontramos nosotros tres.
--¿Cuál es?-pregunta Harry.
--Liam Payne-confirma el enfermero, volviendo a la seriedad del asunto.

Siento el aire escapar de mis pulmones. De nuevo tendré que pasar por la aguja, pero solo es por ella, únicamente lo hago por ella y por salvarla.

--Pobre Liam-dice Zayn con tono dolido.
--Vamos allá-contesto sin más levantándome del asiento.

Camino hasta la misma sala en la que nos han sacado sangre antes y me siento en la misma silla, tratando de controlar mis nervios. Comienzan a sacarme sangre y más sangre. No quiero calcular cuanto me sacan, es que ni voy a mirar, porque sé que me voy a marear por completo.
Aún así, cuando acaban de sacarme sangre, me pongo en pie y caigo al suelo mareado.

--¿Está bien?-pregunta el mismo enfermero de antes, ayudándome a levantar con algo de miedo por si me he hecho daño.
--Sí, sí, solo me he mareado un poco-contesto sacudiendo mi cabeza.
--Tómese esto-me tiende un bocadillo y un refresco-le sentará bien.
--Gracias-digo camino de la sala donde están los chicos.
--Guau, yo que pensé que no había nadie más blanco que Niall-dice Harry asustado, ayudándome a sentar.
--¿Cómo te encuentras?
--Mareado-respondo divertido-y cansado.
--¿Por qué no vas a dormir? deberías descansar, tienes una herida en el hombro, Liam-me regaña Zayn.
--Ahora Malik es tu sustituto como padre del grupo-dice Hazza tratando de no reír.
--Vaya, ¿yo hablo así?-pregunto sorprendido-Que pesado soy ¿no?-digo con diversión.
--La verdad es que no, ya nos hemos acostumbrado a que nos cuides.
--Venga, ahora a dormir.
--No, me voy a quedar aquí hasta sabre si ella está bien.
--Liam...-dicen a la vez como si me regañaran.
--A la cama-me ordena Harry.
--Per...-intento excusarme.
--Ahora-dice Zayn.
--Vale...-contesto enfurruñado mientras me levanto del asiento con lentitud.

Me muevo hasta el cuarto algo malhumorado porque no me pueda quedar esperando hasta que se sepan noticias de Ale, pero al mismo tiempo algo divertido porque los chicos me cuiden de esta manera.
Me echo a dormir y antes de que pueda pensar nada más me quedo totalmente dormido.


Narra Niall.
Despierto con un pitido que hace que gruña y que me gire en la cama, enterrando mi cara en la almohada mientras tanteo con la mano sobre la mesilla de noche buscando el móvil, causante del pitido y de que me haya despertado.
Abro el whatsapp, encontrándome así con el icono verde de un mensaje en el chat que tengo con Paula.

--Buenos días :)

Sonrío aún con la cara sobre la almohada y me dispongo a responder.

--Que pronto te levantas hahaha :)

--Ya, me han despertado gritándome por tener quitada la sonda, pero les he dicho que he comido un sándwich, y que gracias a ti. Dicen mis padres y los médicos que quién es ese ángel que lo ha conseguido ^^

Sin saber realmente porqué me sonrojo al leer que su familia piensa que soy un ángel.

--No soy un ángel hahaha.

--¿Vas a venir por aquí? me aburro, no tengo con quien hablar :(
--Claro, ahora voy para allá :)
--Eres un cielo :3.

Sonrío como un estúpido y me levanto de un salto. Mientras desayuno rápido sigo hablando con ella, paro para ducharme y me visto.
Apenas diez minutos después estoy saliendo de casa sonriendo feliz, solo porque esa chica es tan dulce y agradable conmigo, aunque claro, luego hay otras como la que estoy viendo a unos cuantos metros de mí en la misma calle, que me ponen mucho más feliz aunque me traten de manera horrible.

--¡MORENA!-la grito haciendo que se dé media vuelta y que desde aquí pueda ver como ella sonríe.

Siento mi corazón hincharse al ver que hoy parece de mejor humor conmigo y salgo corriendo hasta llegar a su encuentro, para ver como esos ojos verdes tan profundos y familiares por algún motivo, me observan con tranquilidad y ni pizca de enfado, al tiempo que una sonrisa de dientes rectos y perlados.

--¿Qué pasa rubito?-dice sonriente.
--¿Hoy no me odias?-pregunto dudoso.
--Yo no te odio, en ningún momento te he odiado-dice con algo de diversión antes de colocarse con cuidado bajo mi brazo, quedando así pegada a mi costado y con ello que la mire confundido.

La miro algo asombrado, ya que tiene unos cambios de humor muy poco normales, pero bueno, por lo menos hoy ha tocado el de estar maja conmigo, y si se me abraza a mí y me habla con dulzura hasta que llegamos al hospital mejor que mejor.


--Hola chicos-saludo al ver a Harry y Zayn en el banco frente a la habitación de Liam-¿Cuánto lleváis aquí?
--Creo que desde la tres o las cuatro de la mañana-explica Zayn antes de soltar un bostezo.
--Hola, hola, hola, hola chicos, ¿qué tal? ¿estáis bien? yo genial-dice Harry acelerado, temblando todo su cuerpo y dando pequeños saltitos en el sitio.
--¿Qué le ha dado?-pregunta divertida Ane.
--Se me ha ocurrido darle café-dice riendo Zayn-es como un hámster.
--A quién se le ocurre, Harry tolera menos el café que Liam el alcohol-digo divertido.
--¿Está despierto?-pregunta Ane de nuevo mientras Harry habla acelerado con todo el que pase por el pasillo, incluidos médicos y enfermeras, quien le miran preocupado sin saber si deben ingresarle o algo por el estilo.
--No, aún no-confirma Malik.
--Bueno, pues ahora vengo, si se despierta avisadme, estaré en esa sala-digo señalando la habitación de Paula.
--¿A qué vas allí?-pregunta de nuevo el moreno, esta vez alzando una ceja extrañado.
--A ver a una persona-contesto sin más.

Camino a paso rápido hasta llegar a la habitación de Paula, donde abro la puerta después de haber dado un par de toques, asomándome un poco para ver si está visible, cosa que así es, por lo que entro con tranquilidad.

--Buenos días-digo sonriente cerrando la puerta.
--Por fin, estaba más aburrida que una ostra-dice divertida, dejándome hueco para que me siente en la cama igual que anoche.
--Pues ya estoy aquí. ¿Has pasado buena noche?-pregunto acomodándome a su lado.
--Ajá ¿y tú? ¿Qué tal con esa chica?-pregunta curiosa.
--Bien, hemos venido juntos y hoy parecía muy maja, pero claro, luego la dan esos prontos tan raros que asusta-digo divertido.
--Está un poco loca-admite riendo.
--Solo un poco-digo de la misma forma.

Me trato de quitar la chaqueta, ya que aquí hace bastante más calor que en la calle, haciendo así que pierda el equilibrio y acabe medio tumbado sobre Paula.

--Oye Niall, que Liam...-dice la última persona que me gustaría que me viera en estas condiciones.

Me levanto de encima de Paula, quitándome lo que me queda de dichosa chaqueta, viendo como Ane se queda mirándonos, a ambos, con la boca abierta asombrada, mientras yo siento mi corazón detenerse porque ella haya tenido que ver esto.

--No es lo que parece-la aseguro levantándome de un salto de la cama.

Me acerco a ella en dos pasos largos, tratando de explicarla la realidad de las cosas pese a que no tenga motivo alguno de hacerlo, ya que en realidad no somos nada, pero de igual manera me siento obligado a explicarla lo que de verdad ha ocurrido y claro, cómo no, tenía que llegar el guantazo del día, esta vez a las diez de la mañana. Me da una fuerte bofetada en la mejilla izquierda, haciendo eco en toda la silenciosa sala, pero por lo menos ha cambiado de mejilla.

--Eres un cualquiera, Niall-murmura con la mandíbula apretada y para mi sorpresa, con ojos llorosos aunque llenos de enfado.
--Pero si yo...-trato de decir, pero alguien me interrumpe de nuevo.
--¡No te atrevas a pegarle!-salta Paula de repente-¡Ni se te ocurra!
--¿Ah no? ¿Y quién me lo va a impedir?-pregunta Ane desafiante.
--Yo, y como le vuelvas a pegar te juro que te arrepientes-amenaza Paula, quien es medio cuerpo de lo que es Ane, y no porque ella esté sobrada de peso, sino por el que a Paula le falta.
--Já, que graciosa ¿tú y cuántos más?
--Chicas, tranquilas-digo pero nada, como si no estuviera, siguen desafiándose la una a la otra.
--¿Tú eres la que le hace llorar y encima le pegas?
--¿Que yo le hago llorar? ¿De dónde has sacado esa gilipollez?


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Mis nenas (y nenes, si hay alguno :3), solo es para deciros que yo escribo pero obviamente también leo novelas, y hay un blog en el que hay muchas que os quiero recomendar porque son muy asdfghjklñ *-* (cabezazos contra el teclado) son: elrincondelafantasiaoculta.blogspot.com.es

sábado, 27 de julio de 2013

Capítulo 18. Pretty Woman.

Narra Louis.
Salimos del hospital, ya con el cielo más oscuro que la boca del lobo. Voy más adelantado que el resto del grupo con Lucía, que sin Marta, Harry, Liam y Niall, se reduce a Zayn y Ane, quienes van hablando. Miro hacia atrás, para asegurarme de que no van a escuchar lo que hable y veo como Ane llora bajo el brazo de Malik, éste la consuela. Miro a Zayn extrañado y mueve los labios para que los lea, o lo intente, "Niall" me parece entender. Claro, ella le trata así de mal, se va y luego ella se arrepiente. Chicas...quién las entienda...

--Se ha hecho tarde para ir al cine-digo mirando el cielo. Ella asiente con la cabeza.
--Podemos...ir otro día-dice desanimada.
--O...podemos ir a casa-digo con un sonrisa pasando un brazo por sus hombros-¿Qué? ¿Te hace una peli en mi casa?-pregunto sonriente.

Me mira con la boca abierta, noto como intenta decir algo pero de los nervios no le salen las palabras, opta por cerrar la boca y asentir con la cabeza.

--Pues vamos, que hace frío-digo frotando mis manos para calentarlas.

Cada uno se va por su sitio para llegar a su casa, Lucía conmigo. Como Harry se ha quedado en el hospital tenemos la casa para nosotros solos.
Gracias Harry-pienso con una sonrisa.
Llegamos a casa, abro la puerta y con una brazo la ofrezco que entre antes que yo. Entra silenciosa, vergonzosa, entro tras de ella cerrando la puerta. Se queda parada en el hall sin saber qué hacer.

--Puedes decir algo, no te voy a comer-digo divertido quitándome el abrigo y colgándolo en la percha. 

Me acerco a su espalda y cojo su abrigo, me mira con una sonrisa y lo cuelgo junto al mío. Me muevo hacia el comedor y veo como me encuentro yo solo, vuelvo al hall y la veo allí de pie.

--Para ver una película hay que verla con una televisión, la televisión está en el comedor-digo divertido.

La cojo de la mano, notando como se pone más nerviosa aún, si cabe y hago que se siente junto a mí.

--¿Cuál quieres ver?-pregunto.
--Me da igual-dice cortada.
--¿Segura?-asiente con la cabeza-está bien-me levanto del sofá y me acerco al mueble de las películas.

Cojo una película cualquiera y la pongo. Me siento junto a ella y apago las luces.
Doy un cabezazo del sueño y rápidamente levanto la cabeza, no quiero dar una mala impresión a Lu.

--Eh...Lucía-digo mirándola para no quedarme dormido.

Me doy cuenta de que se ha quedado dormida, se acurruca bajo mi brazo. Sonrío como un idiota y acaricio su mejilla, suspira y se revuelve bajo mi brazo, pasa uno de los suyos por mi pecho, hasta abrazarme, haciendo que me quede helado, ¿Qué hago? no la quiero despertar. Paso los brazos por su espalda mientras me muevo poco a poco hasta tumbarme con ella encima, miro que aún sigue dormida, suspiro de alivio y acaricio su pelo suavemente hasta que me quedo dormido.


Narra Liam.
¿Dónde estará Alejandra? ¿Estará bien? ¿La habrá pasado algo? ¿Con quién estará?
Preguntas, preguntas, muchas preguntas y yo aquí sin poder salir ¿o si puedo salir? Marta y Harry se han quedado dormidos, genial. Me levanto dolorido por mi hombro, pero me da igual. Necesito algo que ponerme aparte de esta ropa de hospital...
Bien, mis pantalones están aquí, me los pongo como puedo con una mano y busco algo que ponerme arriba ¿Dónde está mi camiseta? joder...no está en ningún lado...
La chaqueta de Harry, sí con eso servirá...me la pongo y salgo despacio de la habitación. Ando por los oscuros pasillos en silencio, que dan algo de miedo, ya que me recuerdan a cierta película de zombies.
Bajo por el ascensor a la planta baja, y me acerco a la aburrida recepcionista.

--Perdone, ¿me podría decir la habitación de Alejandra Bennet?
--Sí, claro-dice con cara de sueño mientras busca en el ordenador-la señorita Bennet salió de este hospital, hará cuatro horas.
--¿No está aquí?-pregunto sorprendido, la señorita niega con la cabeza como respuesta-Está bien, gracias.

Me quedo parado en medio de la sala pensando qué hacer, adonde ir o donde buscar...
Está claro dónde hay que buscarla. Corro por las calles mientras comienza a llover con fuerza.
Me dirijo al barrio tan peligroso en el que apenas hace doce horas estaba siendo disparado.
Un gato negro pasa por mi lado, me mira y sale corriendo, es su gato, estoy seguro, por lo que ella no debe de estar lejos. Veo una silueta en la esquina de la calle, alguien, sentado en el suelo, parece una mujer, con las piernas dobladas y abiertas con los codos apoyados sobre estas, un cigarrillo en la boca y el agua sin dejar de caer sobre ella. Me acerco despacio hasta reconocer que es ella, con esa ropa tan corta que dije que se dejara en su antigua casa, empapada, con el pelo chorreando. Camino hasta llegar a su lado, donde me detengo mirándola sin dar crédito a que se encuentre así.

--Diez libras la hora, cuarenta la noche-dice mirando el suelo.

No me puedo creer que diga eso... me quedo callado, sin decir nada, hasta que ella levanta la mirada y una sonrisa se curva en sus labios.

--Vaya, el niño pijo...-dice levantándose y echándome el humo en la cama-este no es tu lugar, vete a contar tus millones, cariño. 

Comienza a andar por la calle mientras sigue lloviendo.
Con esa ropa tan corta se la ve todo, total e increíblemente todo...
Me acerco a ella y la cojo de la mano haciendo que se detenga y me mire molesta.

--Te he dicho que te largues, este no es tu lugar-dice soltándose de mi agarre con enfado.
--¿Acaso es el tuyo?-pregunto algo enfadado.

Agacha la cabeza avergonzada.

--Vamos a casa-digo quitándome la chaqueta, quedándome desnudo de cintura para arriba, exceptuando la venda. Coloco la chaqueta de Harry sobre los hombros de esta chica que me tiene dando vueltas como un idiota.
--Aquí se paga por llevarme a casa-dice borde quitándose mi chaqueta.

Resoplo y busco en los bolsillos del vaqueros, cojo la cartera y busco algo de dinero, vaya ¿un billete de cien? ¿Qué hace aquí? yo nunca saco tanto dinero... en fin...

--Toma ¿contenta?-digo dándoselo-ahora vamos a casa-insisto.

Lo coge alucinada, lo mira a tras luz, pero con la lluvia no se puede.

--¿Es de verdad?-pregunta mirándolo una y otra vez.
--¿Piensas que yo llevo dinero falso?
--Tienes razón.

Comienzo a andar y me doy cuenta de que se ha quedado parada en mitad de la calle.

--Vamos, te he dado dinero ¿quieres venir?-digo algo molesto. Asiente con la cabeza y se mueve hasta quedar a mi lado-¿me pensabas estafar o qué?
--No, es solo que...normalmente se usa el motel de ahí atrás-dice señalando hacia atrás con su dedo pulgar.

La miro alucinado, ¿de verdad piensa que he pagado porque se acueste conmigo? he pagado por sacarla de este asqueroso sitio, no por llevármela a la cama.
Llegamos hasta mi casa empapados completamente. Voy al baño rápidamente y cojo una toalla grande, la rodeo con esa toalla y la abrazo con fuerza, noto como tiembla del frío y sin quererlo se acurruca en mi pecho, buscando algo de calor y quizás verdadero cariño.

--Gracias-murmura.
--No hay de qué. Espera que voy a por ropa, siéntate en el sofá, o donde te apetezca-digo con una sonrisa mientras subo a mi cuarto.

Me cambio de ropa y cojo algo para ella, la va a quedar grande, pero bueno, mejor que estar congelada.
Bajo y veo como está en el mismo sitio que la he dejado, de pie y tiritando.

--Te he dicho que te podías sentar-digo pasando un brazo por su hombro y llevándola al salón haciendo que se siente en el sofá-¿Te encuentras bien?-asiente con la cabeza. 

Con la toalla la seco el pelo, como si fuera una niña pequeña.

--¿Por qué no hablas?-pregunto mirándola a los ojos.

Noto como comienza a llenarse de lágrimas hasta el punto de desbordar y caer por sus mejillas, me abraza con fuerza, llorando sobre mi pecho, me quedo a cuadros, pobrecilla... Acaricio su pelo con cuidado mientras que la abrazo contra mi pecho.

--Gracias por sacarme de allí-consigo entenderla mientras llora.
--Te dije que no volverías y no volverás, vas a estar conmigo ¿vale?-asiente sobre mi pecho.

Clava su mirada en la mía y acto seguido comienza a besarme por el cuello.

--¿Qué haces?-pregunto con la respiración cortada.
--Me has pagado-dice pasando sus piernas a los lados de mis caderas quedándose sentada sobre mis piernas mientras comienza a quitar mi chaqueta-yo cumplo, siempre-dice mientras me la quita del todo.
--No, no, para-digo cogiendo sus manos-yo te he pagado para que vinieras conmigo, no para qué hicieras nada.
--Te devuelvo el favor de que me saques de allí-dice bajando sus labios por mi pecho.
--No quiero que me lo devuelvas....no de esta forma-digo nervioso.
--No mientas-dice apretando ligeramente los dientes sobre mi piel-estoy encima de ti, noto como sí quieres que te lo devuelva de esta forma-dice con una sonrisa.

Noto como enrojezco ante su clara y evidente evidencia de cómo me está poniendo.

--N-no-me excuso.
--Vaya que no-dice divertida bajando las manos hasta llegar a mis pantalones.
--Que mi cuerpo reaccione debido a tu roce no significa que yo lo quiera...-digo intentando que pare, no con mucho éxito.

No puedo evitarlo, me supera, cojo sus piernas haciendo que se pegue más a mí. Me dirijo a besarla en los labios, pero se aparta, la miro confundido.

--Cualquier cosa menos eso-dice dando pequeños mordiscos en mi hombro.

Se me escapa una pequeña risa.

--¿De qué te ríes?-pregunta divertida.
--Una versión de Pretty Woman, pero adolescente, me hace gracia, simplemente-digo sin más. Me mira confundida-¿Nunca has visto esa película?-niega con la cabeza-da lo mismo-la cojo de los muslos cargándola en mi cadera mientras se quita ropa y subimos al piso de arriba.

La dejo en la cama, se sienta sobre mi cintura y me mira con una sonrisa, pasa sus manos por todo mi pecho hasta llegar a mis pantalones, los que comienza a quitar con velocidad. Como si fuera algo que hace a todas horas (creo que así es en verdad) comienza a moverse conmigo dentro de ella a velocidad de vértigo. Ruedo para quedarme sobre ella mientras la beso por el cuello.

--¿Tienes una novia que se pueda poner celosa?-pregunta rodando sus labios por mi hombro.
--No-respondo agitado.
--Perfecto-dice sonriendo. Noto como comienza a succionar en mi hombro que dentro de nada se convertirá en un chupetón-por cierto-dice deteniéndose, por completo-aquí, mando yo-dice en un gruñido quedándose ella sobre mí.

De repente se queda quieta, dejándome al borde de un maravilloso e increíble orgasmo. Me mira con expresión algo confundida antes de acercarse a mí con un movimiento rápido y hacer que nuestros labios se encuentre de una manera increíblemente delicada y dulce, la cual me sorprende realmente.

--Pero...-intento decir algo ya que... ¿no decía que no besaba en los labios.?
--Calla antes de que me arrepienta-dice besándome mientras acaricia mi rostro.

No apasionado, no con fuerza, no...de la misma forma que antes, es todo lo contrario, noto amor y cariño. Me besa hasta quedarse tumbada con cuidado sobre mí. De verdad que esto es Pretty Woman...
Se acurruca en mi pecho y da un pequeño beso sobre él, abrazándome con cuidado.

--No me había pasado esto nunca-admite en un susurro, parece que hablando consigo misma más que conmigo, con cierto tono de sorpresa y alucinación.
--Ni a mí, la verdad-admito divertido.
--¿Qué piensas que es?-pregunta curiosa.
--¿Si te digo que es amor me creerías?-digo con algo de vergüenza.
--¿Amor?-pregunta sorprendida. Asiento con la cabeza sintiendo mis mejillas algo calientes-No soy tu tipo de chica Liam, soy una persona de la calle y tú una persona con fama y dinero, no va a ser un punto a tu favor que andes con una puta por la calle.
--No se elige de la persona que te enamoras, solo pasa...me da igual lo que digan en las revistas, además nadie sabe que vienes de ese sitio y a mí me da igual que vengas de allí, ahora eres mi chica y mi princesa... si tú lo quieres-digo viendo que me he venido arriba de una manera impresionante.

Ella me sonríe apartando la mirada de mí por un segundo antes de asentir con la cabeza y dejarla colocada de nuevo en mi pecho, haciéndome sentir... como si explotara por dentro de una manera buena y agradable, gratificante, pero ella resopla antes de proseguir con la charla

--No vas a aguantar que me llamen a lo que me dedico, Liam-murmura en apenas un hilo de voz.
--Nadie va a saber eso.
--No, me da que mi ropa me delata-responde por lo bajo divertida, se supone que para que yo no lo oyera.
--Esa ropa va a la basura, pero ya mismo, mañana vamos a comprar ropa para que vayas preciosa, más si puede ser-digo con una sonrisa.

Alza la mirada de mi pecho, devolviéndome la sonrisa, cuando noto como su cara cambia a dolor y  se lleva la mano al costado soltando un pequeño quejido, cosa que hace que yo me mueva hasta sentarme.

--¿Qué pasa?-pregunto asustado encendiendo una lámpara.

Mueve su mano hasta colocarla delante suya y veo como es un líquido rojo, como es... sangre. Sus ojos se clavan en mí, mirándome con miedo y dolor, haciendo que yo sienta mi corazón en un puño.