viernes, 27 de septiembre de 2013

Capítulo 48. Soltarlo todo.

Despierto por unas pisadas por el suelo de casa. Aprieto mis ojos intentando volver a dormir cuando noto las pisadas cada vez más cerca de mí, hasta quedarse prácticamente a mi lado, a pesar de tener aún lo ojos cerrados. Oigo a alguien suspirar y los pasos alejarse un poco, de nuevo acercarse a mí y lo siguiente que noto es algo suave estirarse sobre mi cuerpo, una manta, alguien se remueve sobre mí por ese tacto. Entreabro los ojos para ver a Marta, tiritando sobre mí, con la manta azul marino sobre su cuerpo congelado. Abro los ojos por completo y giro mi cabeza para ver como Louis se aleja despacio, sonrío porque me cuide de esa forma, pero esa sonrisa se esfuma al ver como se deja caer en el sofá, con aspecto cansado, allí mismo duerme, teniendo mi habitación, ahora nuestra porque María esté con nosotros, pero está vacía. Me da la sensación de que está demasiado cansado como para irse a dormir arriba.
De nuevo noto temblores sobre mi cuerpo, Marta se estremece por el frío que siente, para ser sinceros, yo también estoy totalmente congelado. La abrazo con fuerza para que entre en calor, poco a poco y me levanto como puedo sin dejarla caer, se acurruca en mi pecho mientras entro en casa, donde hay notablemente más temperatura. Veo al pobre Louis, dormido tal y como se ha dejado caer, sentado en el sofá. Aparto la manta, pillada en el cuerpo de Marta, aún tembloroso y con el ceño fruncido, la quito la manta de encima y la coloco sobre Louis como puedo, se acurruca tumbándose en el sofá.
Subo al piso de arriba lo más rápido que puedo y hago que ella se meta entre las mantas antes que yo, me meto junto a ella, para entrar en calor rápidamente. No es que estemos sufriendo de hipotermia, pero tenemos frío, eso seguro. Su cara para de estar molesta a sentir alivio por el calor que poco a poco comienzo a sentir mientras el tiempo pasa en esa cama en la que solo hay silencio.
Beso sus labios, algo fríos aún, pero me responde con una brillante sonrisa.

--Buenos días-digo abrazándola.
--Buenos días-responde antes de besarme dulcemente-¿Por qué estás tan frío y por qué tengo tanto frío?-pregunta pegándose a mí.
--Nos quedamos dormidos en el suelo-digo con una sonrisa sobre sus labios.

Sonríe antes de besarme de nuevo, acariciando mi nuca. Baja sus besos por mi cuello, haciendo que comience a dejar de sentir frío y comience a notar como aumentan mis pulsaciones y también mi propio calor corporal.
No me quedo quieto, ni mucho menos, me coloco sobre ella, apoyando las rodillas a ambos lados de su cadera mientras sonríe divertida. Quita mi jersey beige mientras desabrocho los botones de su camisa despacio, sin dejar de cesar los besos. Baja sus manos hasta mis pantalones, los que desabrocha rápido, tratando de quitármelos lo que me hace sonreír, hago lo mismo con sus estrechos vaqueros. Soy yo el que baja los besos por su cuello mientras ella trata de quitar lo que me queda de ropa. Vuelvo mis labios hasta los suyos sin evitar sonreír y, no sé como, me encuentro yo debajo de ella, pasea sus labios por mi pecho bajando hasta llegar a mis abdominales, donde se detiene y me mira colorada al darse cuenta de lo que su roce provoca en mi cuerpo, retiro la mirada de la propia vergüenza. De nuevo sube a mis labios. La ropa...ni idea de donde está, no sé qué he hecho o ella ha hecho con ella, lo único que sé es que ya no la tenemos en el cuerpo. 
Echo un brazo a tientas hacia mi mesilla mientras no dejamos de besarnos, abro el cajón como puedo y...nada, no hay nada. Dejo de besarla y me asomo al cajón, vacío ¿Pero dónde se supone que...? Un pequeño y ligero proyectil choca en mi cabeza. Para mi sorpresa es justo lo que buscaba. Marta se aparta de mí rápidamente tapándose vergonzosa, muevo mi mirada a la puerta y me doy cuenta de el por qué de su vergüenza. Louis, allí de pie, con la manta que yo le había colocado anteriormente, ahora enrollada y colocada bajo el brazo mientras él se pone unos tapones en los oídos.

--Los muelles que no suenen...bueno-dice mirando el estado en el que estamos-os dejo que suenen, pero no mucho y los orgasmos, para dentro, que no los oiga yo-le miro alucinado y él termina de colocarse los tapones-¿estáis muy....en fin...excitados?
--Hombre, ¿a ti que te parece?-digo molesto.
--Hacedme hueco-dice tirando la manta por allí y avanzando hasta quedarse al lado de la cama, la observa unos segundos y se mete-oh sí, habéis calentado la cama a base de bien, ay esas hormonas-dice mientras se arropa con una de las mantas hasta el cuello.

Le miro alucinado. ¿Pero de qué va? se le va la cabeza o algo...
Se gira y se me queda mirando, con el ceño fruncido.

--Vamos, vosotros a lo vuestro, si a mí me da igual, mientras dejéis la cama caliente...-murmura mientras se acurruca dándome la espalda.
--Yo...creo que me voy a casa...-habla Marta cogiendo el edredón y poniéndoselo por encima, tapándose-ya...luego nos vemos-dice avergonzada mientras recoge la ropa del suelo y sale de la habitación.
--Espera-digo levantándome rápido.


Me mira algo sorprendida, más bien otra cosa...aparta la mirada rápido, llena de vergüenza y prácticamente corriendo sale de la habitación.


--Mierda...-murmuro.


Me doy la vuelta lentamente y veo a Louis, con los ojos cerrados, pero riendo.


--Te voy a matar-digo cogiendo una almohada que estaba en el suelo-te voy a matar, Louis, ¿Has visto lo que acabas de hacer?-pregunto enfadado-¡Te mato!-digo dándole con la almohada en la cabeza, haciendo que se oculte bajo las mantas, riendo.
--¡Eres imbécil! ¡¿Te das cuenta de como estoy en este momento?!
--Sí, cachondo como una mona-dice divertido.
--¡Te voy a dar un puñetazo en la cara!-digo mientras sigo dándole con el almohadón.
--Oh, no, mi fabulosa cara-dice imitando mi voz-¿Qué haré sin mi bonita cara?
--Louis-digo dejando la almohada en cualquier lugar-que se ha ido...se ha ido...-digo sentándome en el borde de la cama-se ha ido por tu culpa...
--Oye, que os queda mucho tiempo, yo necesito dormir, ahora.
--Joder, Louis...-digo entristecido.
--Lo siento-dice mirándome arrepentido-Anda, ven aquí-dice abrazándome-lo siento ¿Vale? Llevo toda la noche despierto, necesitaba dormir un poco...

--Que la quiero Lou y quería estar con ella...-digo dejando caer mi cabeza sobre la almohada, de lado.
--No te preocupes por tu amigo el que estaba en el hospital, no, tranquilo, preocúpate por follar con tu novia-dice divertido.
--¿Cómo está Malik?-pregunto tapándome con la manta que queda.
--María me ha echado, me ha dicho que tenía que irme a dormir y me ha echado de allí, así que no lo sé-dice divertido-estoy preocupado por ella...-admite desviando la mirada.
--¿Por?-pregunto confundido.
--Zayn lleva en el hospital dos días, dos días en los que María no ha comido, no ha bebido, no ha dormido, nada, no puede seguir así mucho más, en algún momento se va a derrumbar.
--No exageres, Lou, solo necesita dormir un poco, no es para tanto.
--No me refiero a eso-dice antes de resoplar-me refiero a...soltarlo todo.

Le miro con el ceño fruncido. ¿Soltarlo todo? solo...no ha comido ni dormido en dos días, eso no es tan malo, pero creo que Louis sí se entiende a sí mismo y entiende a su hermana. Me acurruco con la manta que queda, color azul marino, esperando a la respuesta de Louis.

--Ella...me parece que...se ha enamorado de Zayn-admite murmurando.
--¿Y dónde está el problema? Zayn no es como ese ex novio que tenía, lo sabes.
--Pero...me parece...extraño, simplemente. Siempre pensé que sería de esas chicas que van con un tío y con otro y ya está, pero últimamente la he visto cambiada. Está de mejor humor, aunque en cuanto ve a Zayn parece que le da el bajón, le da el bajón porque no quiere admitir que le quiere y que quiere estar con él, por esa razón últimamente no ha estado con chicos. Antes la levantaba de la cama, bueno, si estaba en casa-dice esto susurrando con cara de dolor-y se despertaba de mal humor, siempre, porque estaba sola, desde que encontró a Zayn parece que se levanta danzando, hasta su piel y sus ojos parece que han cambiado, ahora sus ojos son mucho más azules y su piel brilla, está...feliz, mucho más que con su ex novio o con cualquier chico.
--No entiendo qué tiene que ver todo esto con que...lo suelte todo-digo confundido.

Él resopla, mirando al techo momentáneamente y de nuevo me mira a los ojos. Sus ojos normalmente alegres, ahora están preocupados, entristecidos.

--Ella...va a soltarlo todo, en cualquier momento, va a decirle todo a Zayn de golpe y luego se arrepentirá y...llorará, se romperá...no quiero que la pase eso-dice lo último mientras se quiebra su voz.

Aparta la mirada de mí, un segundo después de que note como sus ojos parecen vidriosos. Se hace una bola en la cama junto con la manta y pega su cabeza a mi pecho. Le abrazo con fuerza. De verdad no quiere que ocurra nada a su hermana, en realidad nadie quiere que hagan daño a sus seres queridos, pero cualquiera diría que Louis es así, aunque esa es la realidad, así es realmente...

--Bueno-dice sin más después de unos minutos en ese silencio-voy a hacer el desayuno-habla levantándose con una sonrisa-prometo no quemar nada...lo intentaré al menos-dice divertido.
--¿Estás bien?-pregunto preocupado.
--Sí, tranquilo, seguro que...ni siquiera llega a contárselo, como siga así caerá rendida y dormirá dos o tres días seguidos y se la pasará-dice sonriente.

Sale de la habitación como si nada. En este momento necesita estar solo y no le voy a obligar a que no sea así.
Me quedo sentado en la cama cuando caigo en que no sé qué ocurrió ni con Niall, ni con Ane. Me giro para ver si ella está asomada en la ventana, esperando a que yo salga, como suele pasar, o si veo que está limpiando su cuarto o haciendo algo y puedo hablar con ella. Pero no, las cortinas están echadas y no suele hacer eso, ni para ducharse o cambiarse de ropa, suele hacerlo en el baño o fuera de mi campo de visión (He dicho suele, no que no la haya visto cambiarse). Esto me da muy mala espina, la única vez que he visto esa veneciana colo blanco inmaculado bajarse y evitar verla fue cuando su madre la prohibió verme, pero parece que esa época ya pasó, así que....debe de estar ocurriéndola algo.
Abro la venta y me asomo. La llamo y no contesta, ni se nota movimiento tras la persiana, esto es demasiado extraño...
Salgo de la cama y bajo al piso de abajo, quizás Louis sepa algo de Niall. Me dirijo a la cocina, aún si vestirme, no es que me dé vergüenza andar así por la casa, solo estamos Louis y yo y él es como mi hermano.

--Louis-digo entrando en la cocina-¿Has hablado con Ni-me quedo callado de golpe.

Noto como se me suben los colores de inmediato y me tapo con cualquier cosa.

--Esto...Louis...no me habías dicho que teníamos visita-digo cortado mirando a su novia, totalmente colorada a causa de haberme visto así.

Como respuesta Louis solo ríe mientras sigue con el desayuno.
Cojo mi móvil rápidamente y salgo corriendo a mi cuarto. Un mal rato, sin duda.
Me tiro en la cama mientras busco el número de Ane en mi agenda, me estoy empezando a preocupar.

--¿Si?-me pregunta una voz ronca al otro lado de la línea después de un par de toques.
--Eh...lo siento, creo que me he equivocado de número.
--¿Harry?-pregunta esa voz confundida-¿Tan mal está mi voz para que no me reconozcas?-pregunta, esta vez riendo sin ganas.
--¿Ane?-pregunto extrañado-¿Qué le pasa a tu voz?-pregunto asustado.
--Me he constipado-dice sin más.
--Es lo que tiene irse sin chaqueta cuando llueve a todo llover-la recuerdo mientras miro sin chaqueta colocada en mi silla-por cierto, la tengo aquí, si quieres te la acerco.
--Te lo agradecería-dice con voz débil-no creo que pueda levantarme mucho de la cama-admite divertida.
--Voy ahora mismo a verte ¿vale?
--Como veas-dice divertida-pero no hace falta, no estoy muy guapa que digamos.
--Anda, anda, que tonterías dices, seguro que estás preciosa como siempre-digo sonriente.

Oigo como ríe sin fuerzas al otro lado de la línea.

--Voy ya mismo a verte.
--Está bien-responde ella con una nota de felicidad escondida entre todo ese malestar-ahora nos vemos.
--Apenas tardo tres minutos-confirmo antes de colgar.

Me visto con un jersey de color beige y unos vaqueros azules oscuros, unos zapatos marrones, algo simple. Cojo su plumas corto color blanco y lo cuelgo en mi brazo mientras bajo las escaleras viendo que llevo las llaves de casa y el móvil.
Para mi sorpresa, cuando bajo, no están ni Louis ni Lucía. Resoplo. Si es que siempre me hace lo mismo, se va sin avisarme.
Salgo de casa cerrando con llave y me muevo rápidamente hacia la casa de al lado. Llamo con el puño cerrado a la puerta de madera color arena y al poco tiempo me abre esa mujer, de estatura más baja de la mía y siempre tan familiar y cariñosa conmigo, bueno...siempre desde hace poco, antes ni podía acercarme a ellas.

--Hola, Harry-dice antes de darme un pequeño abrazo.

Un abrazo que parece querer alargar para siempre, y, que por algún motivo, no me disgusta, en absoluto, me gusta estar con ella así.

--Hola, Anne-digo amable.
--No está en muy buenas condiciones-me advierte mientras se separa de ese abrazo, lentamente, como si no quisiera hacerlo.
--Lo sé, por eso vine a verla-digo con una sonrisa.
--Eres un buen chico-dice acariciando mi mejilla con dulzura.
--Gracias-admito...no sé, es algo extraño lo que siento.

Ese momento se alarga, más de lo normal, tan solo nos miramos, a los ojos, ambos de colores claros, ella con su dulce mano posada en mi mejilla izquierda, mirándome con una sonrisa, pero en el fondo dolida.

--Ve a verla-dice antes de acercarse a mí y besar mi mejilla-seguro que la ayuda a que se ponga mejor.

Desaparece por una puerta que supongo da al salón. No entiendo qué es lo que ha pasado, el tiempo ha parecido detenerse, es como...la primera vez que vi a Ane, allí en su ventana, bailando mientras se vestía para ir a clase. Es un sentimiento, extraño y nuevo para mí, no siento lo mismo por la una que por la otra, pero no comprendo esos sentimientos que comienzo a despertar por ellas.
Sacudo mi cabeza intentando sacar esos pensamientos y subo las escaleras de dos en dos para llegar lo antes posible.
Llamo a la puerta y acto seguido me asomo para verla, allí encogida en la cama, con cara de no haber dormido bien, algo pálida y con un notable peor aspecto en cuanto a salud se refiere. Me mira con una sonrisa a pesar de todo.

--Has venido-murmura aún con esa sonrisa.
--Te he dicho que lo haría-respondo cerrando la puerta-¿Cómo te encuentras?-pregunto mientras dejo su chaqueta en una silla cualquiera y me acerco a ella-tienes un aspecto bastante...

No voy a decir que tiene un mal aspecto, tampoco es eso, es solo que tiene un aspecto enfermo y eso hace que me den escalofríos.

--Lo sé, parezco un zombie-admite divertida-pero de entre los zombies soy la más guapa ¿verdad?-dice riendo y que a causa de esa risa le salga una tos bastante preocupante, que hace que me acerque rápido a ella, arrodillándome a su lado.
--¿Estás bien? ¿Te traigo algo?-pregunto asustado-¿Llamo a alguien? ¿Un médico?
--No, tranquilo-consigue decir cuando calma su tos-estoy bien-admite con una sonrisa.

Noto como su cuerpo da pequeños temblores de vez en cuando, a pesar de que vea como hay más de una y dos mantas aparte del edredón y la sábana. Su cara parece pasar a la molestia cuando esos escalofríos la sacuden.

--¿Tienes frío?-pregunto colocando un mechón de pelo tras su oreja, con el semblante serio.

Asiente con la cabeza mientras cierra los ojos frunciendo el ceño y acurrucándose, más si se puede, en la cama.
Beso su frente y me doy cuenta de esa alta temperatura que desprende su cuerpo. La miro sorprendido y al mismo tiempo asustado.

--Me he tomado algo para que baje la fiebre, no te preocupes-susurra mientras sigue en esa posición y los escalofríos danzan sin temor por su frágil cuerpo.

Me quito el jersey, quedándome desnudo de cintura para arriba, me quito los zapatos y me meto en la cama junto a ella. Esto parece un hervidero, hay mucha y demasiada temperatura, cosa que hace que me asuste, ya que toda proviene de su cuerpo, irradiando ese calor por la fiebre. Paso un brazo por debajo de su cuello, haciendo que ella siga acurrucada, pero junto a mí, con un brazo sobre mi pecho.

--Estás fresquito-admite algo aliviada.
--En comparación contigo sí-digo antes de besar su cabeza.

La estancia se queda en completo silencio, no parece ni que haya personas allí, ella tan solo sigue con esos escalofríos, que parecen disminuir poco a poco mientras la doy el frescor que tengo, a cambio de que ella me dé su calor abrazador.
No se escucha nada en un buen rato hasta que oigo como llora en silencio con la cabeza sobre mi pecho.

--Oye, oye-digo acariciando su mejilla-¿qué te ocurre?
--Quiero a Niall, que esté aquí conmigo-dice entre sollozos.

Eso me sorprende, bastante, es la primera vez que admite que quiere estar junto a él, debe ser por el medicamento, la fiebre o que simplemente se encuentra mal, desanimada y sin fuerzas, cosa que hace que no intente ocultar lo que siente hacia él y que en general, esté más delicada y sensible.

--Lo sé-digo antes de besar su cabeza.
--¿Puedes llamarle para que venga?-pregunta con voz queda.
--Haré lo que pueda-digo sin saber si Niall me cogerá o no el móvil.

Llamo rápidamente, un par de toques, ya doy por perdido el que me lo coja, para mi sorpresa, me equivoco.

--Me has despertado-refunfuña el irlandés con voz dormida-¿Qué ocurre?
--Oye Niall, ¿crees que podrías...venir?
--¿Venir? ¿A dónde?-pregunta confundido.
--A...casa de Ane-admito.

La línea se queda en silencio durante un largo e interminable minuto.

--¿Por qué debería?-pregunta duro, como si no le importarse lo que la ocurra, todo lo contrario a lo que de verdad siente.
--Ella...se encuentra mal y...
--¿Qué la pasa?-pregunta ahora preocupado, sin ni siquiera dejar terminar la frase.
--Se ha resfriado, está con fiebre-digo mirando su cara, dolorida por ese malestar que siente.

La abrazo con fuerza, como si eso ayudara a que se curase, así lo espero y lo creo...

--No creo que me quiera ver-dice dolido Niall.
--Al contrario, me acaba de decir que quiere que vengas.
--¿Quiere verme?-pregunta sorprendido.
--Sí, normalmente cuando te refrías te pones más sensiblón y dejas salir tus sentimientos, eso es lo que la está pasando...

Otro minuto en silencio en la línea.

--No tardo-murmura antes de colgarme.

Dejo el móvil en la mesilla de noche de madera, colocada a mi cabeza. La abrazo con los dos brazos haciendo que tiemble de nuevo, esta vez de forma menos exagerada y preocupante.

--¿Va a venir?-pregunta con voz ronca desde mi costado.
--Ajá-digo sin más.

Noto su pierna derecha, ardiendo, colocarse sobre mi cintura, ya no tan fría como cuando llegué, pero aún menos caliente que ella.

--Creo que deberías darte una ducha fría-digo al notar que su temperatura no parece bajar-estás muy caliente.
--No tengo fuerzas-dice con voz quebrada.
--Venga, te vendrá bien-digo sentándome en la cama-tiene que bajarte la fiebre de forma más rápida.

Ayudo a que se coloque igual que yo, sentada en la cama, pero apoyada sobre si cuerpo, parece que apenas pueda moverse.

--Tengo otra idea-admito levantándome de la cama haciendo que ella se tumbe de nuevo-esto...desnúdate.

Abre los ojos de golpe y me mira asombrada.

--Estoy constipada, no drogada o borracha como para hacer locuras-me afirma mientras se arropa hasta el cuello.
--Voy a llenar la bañera, así no tienes que mantenerte en pie, no vaya a ser que te caigas.
--No voy a desnudarme delante de ti-dice sin abrir los ojos, con el ceño fruncido.
--No te voy a ver nada, yo voy al baño, cuando tú me digas salgo y te cojo, pero tapada con una toalla o algo, no pienses que te quiero ver sin ropa-digo asegurándola que no quiero verla nada.
--Está bien-dice por no oírme más que por otra cosa.

Voy al baño, lleno la bañera dejando el agua ligeramente fría para que su temperatura baje. Me quedo allí unos minutos, pensando en cuanto tardará Niall en llegar, en qué pensará si me ve cogiéndola prácticamente desnuda, lo que hace que me dé cuenta de que tengo que darme prisa.

--¿Estás ya?-pregunto desde el otro lado de la puerta.
--Sí-dice desganada.
--Salgo-aviso.

No se oye otra respuesta más y veo como me espera en la cama, de la misma forma en la que estaba antes, lo que me haría dudar de que se ha quitado la ropa de no ser porque la veo sobresalir por el cubo de ropa para lavar.

--Vamos allá-digo acercándome a ella-te cojo con la manta, así no te preocupas de que te va nada ¿te parece?
--Tranquilo-dice destapándose hasta los pies, lo que hace que como acto reflejo me dé la vuelta para no verla-¿qué haces? no te gires.
--Hombre, no me parece bien verte...así.
--Deja de hacer el estúpido Styles y ayúdame a levantarme, que no tengo fuerzas ni para eso.
--No quiero verte desnuda...-admito por lo bajo.
--Y no me verás, tranquilo-confirma.

Me giro asustado por su respuesta, con los ojos cerrados y los abro lentamente, para ver como ella me mira divertida, aún sin fuerzas, pero para mi sorpresa, no desnuda al completo, sino con un bikini.

--Buena idea-admito después de soltar un suspiro.

Cojo sus manos, también calientes como el resto de ella y hago que se levante. Veo como se tambalea ligeramente y hago que se pegue a mí para que no se caiga.

--¿Estás bien?-pregunto acariciando su pelo.
--Solo me mareé un poco-admite en bajo-vamos.

Hago que se coloque bajo mi brazo y caminamos lentamente hasta llegar al baño. La cojo en brazos y hago que se meta en la bañera, haciendo que se queje dolorida, supongo que por el contraste de temperatura.
Observo su cuerpo, sacudiéndose de nuevo de forma algo violenta, de forma que queda relejada en su cara en la que muestra dolor, pero que poco a poco esas sacudidas van desando haciendo que cambie su cara a una ligera sonrisa, con los ojos cerrados.

--¿Estás mejor?-pregunto en cuclillas metiendo la mano en el agua, la cual hasta yo diría que se ha calentado.

Asiente con la cabeza mientras la gira y abre los ojos despacio, sonriente.

--Gracias-dice en bajo.
--No hay de qué-digo antes de besar su frente, aún caliente, pero claramente menos-ahora tienes que volver a la cama antes de que te enfríes demasiado.

La ayudo a que se ponga de pie, aún tambaleándose ligeramente, cojo una toalla con una mano mientras que con la otra la sujeto. La rodeo con una toalla color morado oscuro y la abrazo con fuerza. La levanto de allí y la llevo hasta la cama, donde la dejo sentada sobre mis piernas.

--No sé por qué haces todo esto por mí-murmura mirando hacia el suelo.
--¿Te molesta que te cuide?-pregunto sorprendido.
--No-dice acurrucándose en mi pecho-me gusta que me cuides...
--Anda, vístete antes de que llegue Niall.

Sonríe con una amplia sonrisa, aún algo febril.

--¿Te importa pasarme ropa?-pregunta señalando su cómoda-los pijamas están en el primer cajón-explica mientras se acerca a la mesilla de noche.

Me acerco a la cómoda de unos cinco cajones y abro el primero, en el que hay un par de pijamas, cojo uno cualquiera, color azul claro y me doy la vuelta.
Veo como se revuelve dentro de la cama, voy a preguntar qué la ocurre cuando veo como saca un brazo y deja caer su ropa de baño mojada, entonces comprendo que no tiene ropa.
Me giro por si por un casual se levanta esa manta y espero paciente a que me diga que me puedo dar media vuelta.
Termina de vestirse y cuando voy a meterme en la cama junto a ella de nuevo aparece Niall por la puerta. Me mira con el ceño fruncido, al encontrarme aún sin camiseta, pero ese enfado desaparece de su cuerpo cuando oye ese "Niall" con voz rasgada de esa chica que ama, con mal aspecto, pero preciosa igualmente.
El rubio se acerca deprisa a ella, con preocupación, se pone en cuclillas a su lado y veo como se susurran cosas, por el estado en el que ella está, bonitas y totalmente verdaderas, lo que hace que vea como ella sonríe, esa sonrisa se agranda con el simple contacto de la mano de Niall contra su mejilla, lentamente, como si fuera lo más valioso del mundo y temieses romperlo, para él, lo es.
Siento que estorbo en ese momento en el que, desafortunadamente, no durará mucho, pero hasta que ella se mejore, dejaré que los dos se expresen tal y como lo sienten, tal y como son, sin tratar de ocultarlo por una razón u otra.

                               Narra Louis.
Su mano delicada junto a la mía, mientras caminamos lentamente por el bosque nevado ¿Acaso hay algo más bonito? las vistas del bosque no están mal, pero yo me refiero a ella, con su sonrisa brillante, aunque esté totalmente perdida y no sepa a donde la estoy llevando, pero de igual manera sonríe. Aparto la rama de un árbol que cae por el peso de la nieve y que se pone en nuestro camino, lo traspasamos sin problemas. Nos acercamos al lugar. Pongo mis manos, frías, obviamente, sobre su fina y pálida piel, tapando sus ojos y haciendo por un momento que ella se estremezca. Caminamos aún en ese silencio. La realidad es que si estamos juntos, sobran las palabras. Andamos despacio, con su espalda pegada a mi pecho hasta que veo esa explanada en la que hay un enorme lago, ahora congelado, rodeado de enormes pinos, blanquecinos por la nieve, parece un lugar apartado del mundo, por la luz tan extraña que hay aquí, realmente lo parece, parece...brillante, lleno de vida a pesar de que esté vacío, ya que los animales dormitan durante esta fría estación. Aparto despacio las manos y las bajo hasta dejarlas en su cintura.

--¿Qué es esto?-susurra sorprendida.
--Hace dos años descubrí que este lago se congelaba, pero solo completamente uno o dos días antes de Año Nuevo-explico apoyando mi mentón en hombro-¿te gusta?-pregunto mirándola sonriente.
--Es...increíble-murmura aún anonadada.
--Ahora lo será aún más-la susurro al oído antes de alejarme rápidamente de ella.

Me acerco a un árbol, totalmente escogido por mí para esto. ¿Qué se hace en un lago helado? Patinar, está más que claro. Saco dos pares de patines, blancos, con la cuchilla perfectamente afilada en la que se puede ver mi reflejo.
Le acerco los más pequeños, acorde con ella y me mira sorprendida.

--¿Vamos a patinar?
--Por supuesto-confirmo con una sonrisa.
--Pero...se puede romper el hielo-dice algo asustada.
--No, tranquila.
--Louis...-me advierte-no es seguro...

Resoplo alejándome de ella. Me dirijo al medio del lago, aún con mis zapatos, lo que hace que ande despacio para no caerme. Oigo sus gritos asustados pidiéndome que vuelva, pero hago caso omiso. Me doy media vuelta para ver su cara angustiada, suplicándome que vuelva allí. Me encojo de hombros y comienzo a saltar en mitad del lago, ni siquiera una ligera grieta.

--¿¡Ves?!-grito desde allí-¡No pasa nada!

Voy a salir corriendo hacia allí cuando resbalo y doy un culetazo contra el suelo, lo que hace que tanto ella como yo riamos. Vuelvo junto a ella.

--No pasa nada, vamos-digo tirando de su mano.

Me mira confusa, indecisa.

--Confía en mí-susurro en su oído.

La miro a los ojos y como a duras penas se decide a venir conmigo.
Sus pasos, al principio lentos, tratando de no caerse ni que se junten nuestros patines, comienzan a ser más largos y precisos. Danzamos por todo lago, sin apenas caernos, hasta que parece que lo hacemos sin darnos cuenta. Nuestras manos, sin separarse un segundo.
Me detengo, haciendo que ella me mire preocupada, la acerco a mí despacio, va a preguntarme algo cuando hago que nuestras frentes se junten y que segundos después, nuestros labios conecten, de la manera más increíble posible.
Noto como su mano se eleva para llegar a mi cara y arrastrase para llegar a mi nuca, seguidamente repite el proceso con su otra mano. Yo, por el contrario, paso mis manos acariciando sus costados hasta llegar a su espalda, haciendo que se pegue su cuerpo al mío.
No es necesario nada más, no hay nada más en este momento, solo ella y yo, solo nuestros corazones latiendo al mismo tiempo, unidos como si fueran solo uno, nuestros alientos, conectados como si desde el momento en el que llegamos al mundo estuvieran dispuestos a encontrarse, y así lo hicieron. 
Simplemente, estábamos destinados y nos encontramos, por una casualidad o por el destino, por Dios o por la suerte, cada uno puede verlo de la forma que prefiera o crea, yo solo sé, que ya no somos dos personas, no somos hombre y mujer, solo somos nosotros, solo somos uno.

domingo, 22 de septiembre de 2013

Capítulo 47. Está vacío.

--No ha pasado nada-digo sin más-¿Cuándo le dan el alta?

Me miran sorprendidos, saben que algo me ocurre, pero les ignoro, no me apetece explicarles todo lo que me ha ocurrido.

--En teoría en una semana-habla Liam-pero les hemos explicado que en dos días no vamos de concierto y nos han dicho que mientras no haga esfuerzos con el brazo puede irse.
--¿Y cómo voy a tocar la guitarra?-se oye a Zayn tumbado, parecía dormido, pero no, mira al techo y de repente se da él solo una palmada en la frente con su propia mano-si yo no toco la guitarra-dice riendo como un psicópata.

Eso me hace reír por lo bajo. Agacho la cabeza mientras noto como las miradas se posan en mí de nuevo. Oigo unos pasos caminar hasta mi lado. Por los vaqueros oscuros y anchos y los zapatos de hombre supongo que es Louis, solo lo supongo. Noto su mano posarse en mi hombro y apretar con fuerza, mierda, ya se ha dado cuenta de lo que me ocurre.

--Si Zayn se encuentra bien creo que debería irme a casa antes de resfriarme-digo en bajo mientras me levanto de mi asiento-mañana nos vemos-murmuro antes de salir por la puerta.

Creo que...no sé si ver a Paula o...no sé a quien ver, sinceramente no sé a quién.
Voy a dar un paso para volver a casa cuando choco con un cuerpo, no enorme, pero sí lo suficientemente grande como para saber que es un chico. Levanto la mirada del suelo para ver a Josh, no sabía donde se había metido, pero parece preocupado.

--Vaya, que cara, Horan ¿estás bien?
--Perfectamente-digo en bajo desviando la mirada.
--Que mal suena eso...¿Quieres hablar?

Niego con la cabeza gacha mientras trato de no llorar. Me rodea con sus brazos y me abraza con fuerza, sin evitar que llore. Solo la necesito a ella, a ella junto a mí, no creo que sea mucho pedir sabiendo que ella también me quiere. Eso me recuerda...

--Josh-digo separándome de él-¿Me podrías haces un favor? es un poco especial-digo apartando mis lágrimas con la muñeca.
--Claro,dime-dice sonriente.
--¿Recuerdas esa chica del otro día? Esa con la que estaba en la habitación y que tú pensabas que era mi novia ¿la recuerdas?
--¿La que parecía que estaba en otro mundo?-pregunta divertido.
--Sí, justo esa-digo recordando la cara que se la quedó a Paula cuando vio a Josh-pues...creo que la haría mucha ilusión que fueras a hablar con ella y...eso.
--¿Crees que querrá hablar conmigo?-pregunta con una amplia sonrisa que hace que le mire con el ceño fruncido.

¿A qué se supone que viene esa sonrisa?

--Sí, yo creo que sí-confirmo.
--¿Puedo visitarla ahora mismo?-pregunta algo nervioso.
--Supongo-digo encogiéndome de hombros.
--¿Seguro que no la quieres, ni sientes nada por ella?-pregunta por asegurarse.
--No, no, solo es mi amiga.
--¿Y...hay algún otro chico que pueda estar interesada en ella?-pregunta nervioso.

Eso me hace reír. Parece que a Josh también le atrae Paula, aunque solo de alguna forma remota, solo se vieron una vez, no entiendo como pueden gustarse si ni siquiera hablaron en condiciones. Aunque...yo a Ane no la había visto ni siquiera en persona como para saber que la quería...
Al pensar aquello supongo que mi cara debe de haber cambiado, porque se ve la de Josh preocupado.

--Oye, que solo era una pregunta, no te lo tomes tan mal-dice palmeando mi hombro.
--No, no es eso-digo tratando de sonreír-no tiene novio ni nada de eso. Estoy seguro de que tu compañía la hará bien-digo con una sonrisa.

Una sonrisa que lo oculta todo, o al menos lo intenta. Una sonrisa que está para no preocupar a nadie, para que nadie se dé cuenta de que solo siento dolor y no otra cosa. No es solo por el simple rechazo, es porque ella me quiere, pero parece que se avergüenza de sentir algo así por alguien como yo...

                                   Narra Harry.
--¿Qué creéis que ha ocurrido?-pregunta Lucía mirando la puerta por la que acaba de salir Niall-¿Creéis que ha sido por algo que la ha ocurrido con Ane?
--Tiene toda la pinta-opina Ed, aún con los brazos cruzados sobre su pecho.
--No la entiendo-habla Marta algo enfadada mientras sale de entre mis brazos-ella le quiere, él la quiere, no pueden vivir sin el otro ¿Dónde está el problema?-pregunta mirándonos-oh, ya sé donde está-habla respondiéndose a sí misma-que Ane es tonta del bote-dice cabreada-si es que...Dios...que rabia me da que no sepa admitir las cosas.
--Solo es un rocecillo tonto-digo apoyándome en la pared-seguro que lo arreglan.
--¿Es que no has visto como se tratan? mejor dicho, como trata al pobre Niall, porque él solo aguanta golpes e insultos, solo porque la quiere y ella...
--No-habla Louis cortándola.

Todos nos giramos para ver a Tomlinson, sentado en la cama junto a Zayn, mirando al suelo y negando con la cabeza.

--Esto es mucho más que un rocecillo tonto-dice mientras se levanta.
--Pues viagra-habla Zayn-si ya está inventado.
--No es por el sexo, Malik-continúa Louis-es más, no creo ni que se hayan rozado. Es obvio como está Niall, aparentemente.
--Roto-habla Alejandra.
--Destrozado-comenta Lucía.
--Echo una mierda-remata Zayn.
--No solo eso-dice Louis mientras camina por la pequeña sala, con una mano en la barbilla, pensando-está como...vacío-dice algo confundido por su propio comentario-sí, está vacío-confirma elevando la mirada para pasearla por todos y cada uno de nosotros-está vacío, hueco, sin nada. Antes de conocerla, no es que estuviera así, ese hueco ya lo tenía de antes, como lo tenemos todos antes de encontrar una persona especial-dice pasando su brazo por la cintura de su delgada novia. Besa su cabeza con cariño y continúa-todos tenemos ese hueco, aquí-dice señalando su pecho-podemos vivir con él, sin ningún problema, el problema viene cuando encuentras a ese persona, en teoría el problema no viene ahí, viene cuando esa persona no siente lo mismo, pero eso, al fin y al cabo, se puede acabar superando o sustituyendo por otra persona. Sin embargo, hay una mínima posibilidad, parece casi imposible e inapreciable, ya que para muchos parece una tontería, pero cuando coinciden dos personas, que sienten lo mismo una por la otra, totalmente igual de fuerte, igual de intenso, algo que parece casi imposible para una persona, y una de ellas no lo quiere admitir, no quiere estar junto a la otra, puede provocar que ese hueco quede desocupado, en ambos cuerpos y, a menos que pueda...rellenarse, por así decirlo, con el amor de la otra persona, puede quedarse así para siempre, vacío y con un intenso dolor, que no se puede curar ni superar, ni mucho menos buscar un sustituto, porque no existe.

Todos nos quedamos alucinados mirando a Louis, por su explicación, tan...acertada y al mismo tiempo triste y dolorosa. Niall debe de estar pasándolo...increíblemente mal, debe sentirse como si le golpeasen una y otra vez, pero ni punto de comparación cuando ella le habla de esa forma tan grotesca.
Después de ese enorme discurso de Louis, nadie habla, nos quedamos en silencio, pensando en sus palabras y en que nunca pensamos que Niall pudiese sentirse tan...ni siquiera hay una palabra que pueda explicar todo ese dolor, sufrimiento y desesperación en el mismo cuerpo, todo ese vacío, que hace que hasta nosotros mismos nos sintamos mal.
Zayn acaba por dormirse en ese inmenso silencio, por lo que se oye su respiración pesada. Optamos por salir todos de la sala, excepto María, que ni siquiera se la ha oído, ni siquiera la he visto, se ha quedado en una esquina de la habitación todo ese tiempo, parece una estatua, vigilando a Zayn.

--¿Quién se queda aquí esta noche?-murmuro, en ese desánimo causado por el dolor de mi amigo.
--Yo me quedo-habla Louis en bajo-no quiero dejar aquí a María sola, lleva desde ayer aquí, sin comer, sin dormir sin hacer otra cosa que vigilarle, en cualquier momento necesitará descansar y me quedaré yo con Zayn-explica de la misma forma que yo.
--Ve a dormir a casa-se oye decir a Liam, mirando a Ale-me quedo con Louis, tú ve a dormir-habla acariciando su cara.
--No, yo me quedo contigo-afirma ella-no me quiero quedar sola-murmura mientras se acurruca en el pecho de él.

Liam la abraza con fuerza mientras besa su cabeza. La murmura cosas en bajo, solo a ella, con una sonrisa que hace que me parezcan adorables.
Noto como alguien hace fuerza con la cabeza para colocarse bajo mi brazo, me giro para ver a Marta, desanimada como yo, acurrucándose bajo mi brazo, en mi costado.

--¿Puedo quedarme contigo?-murmura sin mirarme a la cara.

Acaricio su mejilla con mi mano para hacer que me mire a los ojos.

--Todo el tiempo que quieras-digo antes de besar su frente, haciendo que ella sonría.

Acabamos por irnos, cada uno a su casa excepto Louis y María. Nos despedimos en la entrada del hospital y cada uno coge el camino que lleva a su casa.
Marta, aún colocada bajo mi brazo, camina junto a mí, para llegar hasta mi casa.

--Esto...-digo rompiendo el silencio en la oscura calle-yo pensaba...darte una sorpresa, pero...visto que se han torcido las cosas, no creo que vaya a ser lo mismo...-digo algo desanimado.
--No importa-dice mirándome con una sonrisa-¿cuál era la sorpresa?-pregunta curiosa.
--Quería...que cenásemos en el porche, con la nieve cayendo, pero claro, no contaba con sentirme tan mal al saber cómo se encuentra Niall...-murmuro.
--Se pondrá bien, ya lo verás-dice acariciando mi cara suavemente.

Caminamos en silencio por la calle, congelada y oscura, asusta un poco, hasta llegar a mi casa. Con la mano derecha, la libre que me queda ya que al otro lado está Marta, meto las llaves en la cerradura de la puerta, cuando veo la luz de la habitación de Ane encendida, tiene que estar igual de rota que Niall, pero ella simplemente se esconde, bueno...eso es lo que está haciendo Niall, porque no coge el teléfono a nadie...
Suspiro mientras abro la puerta y entro junto a ella.

--¿Tienes hambre?-pregunto quitándome el abrigo.
--Un poco-admite vergonzosa, lo que me hace sonreír.
--Veamos que hay, porque se me ocurrió la estúpida idea de dejar ir a Louis solo a hacer la compra.

Caminamos hasta la amplia cocina, donde ella se sienta en el borde de la mesa central y yo comienzo a abrir estantes.

--La madre que le...-murmuro al ver la..."comida que ha traído Louis-quiere matarme...

Solo hay hamburguesas, salchichas para perritos calientes, pizzas en el congelador, helado, más helado, patatas fritas, refrescos y como no, botellas de alcohol, variadas.

--No le vuelvo a dejar ir solo...-digo mientras resoplo y me doy la vuelta, para ver como ella me mira divertida-yo...lo siento-digo avergonzado-pensé que había algo de comida...decente.

Veo como ella abre los ojos por la sorpresa y yo siento que enrojezco avergonzado y al mismo tiempo aprieto los dientes por las fantásticas ideas de Louis.

--¿Bromeas?-dice dando un pequeño salto para volver al suelo-¿has visto que de comida hay aquí?-pregunta abriendo los estantes de nuevo-¿no podemos comer nada de esto?-pregunta alucinada.
--Eh...sí, claro que podemos, pero pensé que...a las chicas no os gusta comer todo esto lleno de grasas y carbohidratos y esas cosas-digo extrañado.
--Pues yo necesito comer grasas y carbohidratos en este momento-dice con los ojos como platos-¿podemos comer perritos calientes?-pregunta mirándome poniendo morritos-por fa, por fa.
--Claro-digo riendo-no tardo nada.

En apenas quince minutos hay dos perritos calientes preparados, cojo un par de vasos y pongo refresco en cada una. Camino hacia el salón, donde ella me espera, pero no, no está... ¿Dónde se habrá metido?
Los dejo en la mesa rectangular y baja del comedor y la busco por la casa, no la veo por ninguna parte...
Se me ocurre salir al jardín, al porche, donde está sentada, mirando el cielo, silencioso. Me siento a su lado, sin hacer ruido, haciendo que me mire algo asustada, pero luego sonriente, se acerca a mí hasta colocarse bajo mi brazo. La abrazo con ternura. Noto algo húmedo caer en mi mejilla, no como una gota, algo mucho más suave pero igual o más frío que una gota de lluvia. Elevo la mirada al cielo de la oscura noche estrellada y veo como pequeños copos blancos de nieve caen silenciosos y lentos hasta quedarse en el césped congelado, de forma ordenada. Sonrío. Es lo que yo quería, no exactamente lo mismo, no es una cena romántica a la luz de las velas, pero es una cena en el jardín con la nieve cayendo, haciendo de este, un momento precioso.
Me levanto rápido hasta llegar al salón de nuevo, cojo los platos con nuestros perritos calientes y le doy uno antes de sentarme de nuevo a su lado. Doy un pequeño mordisco cuando veo que ella apoya la cabeza en mi hombro, suspira y comienza a comer.

--¿A qué ha venido ese suspiro?-pregunto cuando trago.
--¿Eh?-dice confundida mirándome.
--Acabas de suspirar, no de forma muy normal ¿te encuentras mal?-pregunto algo asustado por que se haya puesto mala por mi culpa.

Nada fuera de lo normal, ya que estamos en el jardín con un frío que pela.

--No es nada-dice mirando a la nada.
--Vamos, cuenta-insisto sonriente.
--Es una estupidez-murmura avergonzada.
--Seguro que no-digo antes de besar su mejilla-dime-hablo mirándola a los ojos y que ella aparte la mirada rápido, por su timidez.
--Solo...pensaba...
--Ya me imaginaba-digo divertido-me refiero a ¿qué pensabas?
--Solo que...hace dos o tres semanas...estaba...mirando tus pósters y...pensando "¿Por qué debería quererme a mí? tiene a millones de chicas, yo no soy nada del otro mundo" y ahora...-me mira con los ojos brillantes de ilusión.
--Pues porque me enamoré de ti y no de otra-digo mirándola a los ojos con una sonrisa.

Paso una mano por su cara, acariciándola despacio y haciendo que se acerque a mí despacio y que nuestros labios se junten, tan dulces como siempre.
Pasa sus manos por mi cuello y se va inclinando hacia mí hasta que mi espalda queda pegada al suelo de madera a tablones del porche. Tumbado en aquel suelo, congelado, pero no me importa porque estoy con ella y no nos pueden interrumpir, por lo menos por mi parte, he dejado el móvil en la cocina, así que...

--Te quiero, Styles-murmura mientras se acurruca en mi pecho.
--Y yo a ti, nunca lo olvides-digo besando su cabeza-eres lo más especial que me ha podido pasar nunca...
--------------------------------------------------------
Capítulo dedicado a mi niña cumpleañera, felicidades mi cielo.
Mane <3

sábado, 21 de septiembre de 2013

Capítulo 46. Solo dos palabras.

Salvada por la campana, como suele decirse, ya que suena el móvil de Liam. Lo coge malhumorado.

--¿Qué? ¿¡Zayn?!-pregunta entusiasmado-Sí, ya vamos, así de paso Ale también va, que se encuentra mal-dice mirándome.
--¡Que no voy a ir al médico!-refunfuño.
--Sí, sí, ya vamos, tranquilo.

Cuelgo el teléfono, me mira con el ceño fruncido, resopla y se comienza a vestir con rapidez.

--Zayn acaba de despertarse-murmura.

Se ha enfadado, conmigo, por no contarle lo que me ocurre. Me sabe mal, horrible mentirle, pero...me da miedo que lo sepa y que me deje...

Narra Harry.
Lou tira de mí de una mano y con la otra de la pobre Lucía, aún con la camisa sin abrochar del todo. Entramos de golpe en la habitación, donde está María con una sonrisa de felicidad en la cara y los ojos llorosos, por otra parte...Zayn se ríe solo sentado en la cama, tiene una cara de haberse fumado cualquier cosa...que acojona.

--¡ZAYN!-grita Lou mientras se tira encima de él, como respuesta, Malik solo se ríe-¡QUE SUSTO NOS HAS DADO IDIOTA!-grita abrazándole con fuerza.
--Mary tenía una ovejita, una ovejita, una ovejita-canturrea Zayn mientras se ríe, con la mirada en cualquier parte.
--¿Qué Mary? Zayn, soy yo Louis, tu amigo-dice Tomlinson asustado.
--¿Sabes qué Louis?-pregunta, aún riendo-you don´t know you´re beautiful, oh, oh, that´s make you beautiful.
--¿Qué le ocurre?-pregunta asustado mirando a su hermana.
--Le dolía mucho el brazo, no lo aguantaba, le dieron tranquilizantes-responde ella sin apartar la mirada de ese chico, aún con la sonrisa.
--¿Alguien llamó al resto?-pregunto acercándome a Zayn-hola Malik ¿Qué tal te encuentras?
--¡OH DIOS HARRY!-grita asustado mirándome con los ojos como platos-¡TIENES EL PELO RIZADO!
--Ya, algo me han comentado-digo divertido-pero...creo que se han pasado un poco...bastante con los tranquilizantes-digo mirando a María.
--Si así se encuentra bien...-dice tan tranquila-intenté llamar al resto, Josh no me lo coge, Liam ahora venía, con Alejandra, se le oía preocupado y a ella quejarse pero me han dicho que Josh está bien, solo enfadado, Marta y Ed dijeron que estaban en la cafetería que hay cerca de su casa, que ya estaban de camino, Ane y Niall...-no acaba la frase.
--¿Qué les pasa a Niall y Ane?
--Que no sé donde están, no me lo cogen, no lo tienen apagado, tan solo no me lo cogen.
--Esos están haciendo las paces en la cama-dice Louis divertido, al que Zayn se le ha agarrado con fuerza y no le suelta.
--Piensas...piensas que...ellos...-intento decir, algo asustado.

Me preocupan, ambos, Ane es una bestia, de eso no hay duda, pero no quiero que la toquen y menos de esa forma...

--No creo-habla Marta, entrando jadeando junto a Ed, supongo que por la carrera que se han dado.
--¿No crees qué?-pregunto divertido acercándome a ella.

Me pego a ella juntando nuestras frentes, pero parece que está apunto de echar los pulmones por la boca de cansancio, cosa que me hace reír.

--Que esos dos estén haciendo algo-dice tratando de respirar con más normalidad.
--No me parecería nada extraño-habla Liam, entrando en la habitación con Ale.

Cojo el móvil y llamo a Niall, supongo que no me lo cogerá, ya que a María no se lo ha cogido, pero para mi sorpresa sí, me responde.

--¿Qué pasa Hazza?-dice serio, con la voz ronca.
--Eh...si estás ocupado te llamo luego-digo al darme cuenta de lo que parece que está haciendo-pero Zayn está despierto-me giro para ver a mi amigo, totalmente drogado mientras parece contarle algo a Louis mientras se ríe, con su brazo izquierdo escayolado-bueno...más o menos...
--Voy para allá-dice sin más y me cuelga.
--Parece que están estrenando a Niall-anuncio algo enfadado por el hecho de que esté haciendo algo con Ane.
--¿Cómo que están estrenando a Niall?-pregunta mi niña con la cara apoyada en mi pecho, cansada.
--Que parece que están ahí...haciendo cosas-digo serio.
--Ya, eso me lo supongo, pero ¿estrenar?-pregunta Lucía extrañada-¿Cómo que estrenar?
--Hombre, podría decir que está follando por primera vez, pero me parece que queda un poco fuerte-digo con algo de humor cogiendo a Marta en brazos.
--¿Niall es virgen?-pregunta ella apartándose y mirándome extrañada.
--Creo que ya no-dice Louis divertido.
--Entonces...se están estrenando mutuamente-habla Lucía mientras se sienta en un sillón.
--¿Ella tampoco...?

Marta niega con la cabeza mientras apoya la cara en mi hombro y me mira sonriente. Acaricio su mejilla despacio y caigo en que no hemos tenido una cita romántica, en que...me dio un calentón y lo hicimos en cualquier parte...resoplo haciendo que ella me mire preocupada, niego con la cabeza antes de besar su mejilla y hacer que sonría y acaricie mi cuello con su nariz, haciendo que mi piel se erice completamente.
Una bombilla se enciende en mi cabeza de repente, necesito mi casa a solas, más bien el jardín, eso...y el helado y húmedo tiempo de Londres...

Narra Niall.
--¿Eso de pegarme a cada segundo de tu vida es algo que tienes como costumbre o cómo?-pregunto caminando detrás de ella.

Ella solo camina deprisa, en manga corta por el medio de la calle, congelándose de frío y calándose por la lluvia fría, aún no nieve, pero sin detenerse, solo por huir de mí.

--¿Puedes parar un momento?-pregunto enfadado casi corriendo tras ella.
--¿No has pensado que quizás no quiero hablar contigo?-dice llena de ira.

Acabo por correr y quedarme frente a ella, haciendo que se detenga por un segundo pero que intente pasar por mi lado, sin conseguirlo, ya que la cojo del brazo.

--¿Me puedes decir qué problema tienes conmigo? ¡Solo fue un beso accidentado! Llevas sin hablarme y pegándome casi una semana, tú te besaste con Harry, por si no lo recuerdas y yo te lo perdoné.

No me mira a la cara, mira al suelo, con la cabeza gacha, los rizos chorreando por su cara y esa fina camiseta blanca de manga corta totalmente empapada, pegándose a su cuerpo tembloroso, con sus brazos tiritando rodeando su cuerpo. Cojo su cara con una de mis manos y la elevo, dejándome ver su cara pálida y sus labios totalmente morados, son colores bastante alarmantes.

--Dios...-murmuro asombrado.

Me quito mi abrigo de plumas corto, negro, quedándome con un jersey debajo y debajo de este dos camisetas, sí, soy un poco friolero.
Rápidamente se lo coloco por encima, trato de ponérselo, pero parece que sus brazos no pueden hacer movimientos muy hábiles, hago que se pegue a mí con fuerza mientras que por su espalda pongo mi abrigo, apenas consigo que entre ligeramente en calor, apenas está junto a mí dos minutos cuando se separa y me mira con odio, se da media vuelta y sigue.

--¿¡ME PUEDES DECIR QUÉ COÑO TE PASA?!-grito cabreado-¡SOLO TE INTENTO AYUDAR!
--¡ES QUE NO NECESITO TU ESTÚPIDA AYUDA!-grita dándose la vuelta y mirándome fijamente a un par de metros de mí.
--¿¡POR QUÉ TE EMPEÑAS EN ENGAÑARTE?! ¡SABES QUE ME QUIERES!
--¡LO ÚNICO QUE SÉ ES QUE ERES UN GILIPOLLAS!
--¡SERÉ UN GILIPOLLAS PERO ME QUIERES! ¿¡O ES QUE ME LO PIENSAS NEGAR?!

Se queda callada y solo me mira. Parece que murmura algo y de nuevo va por la calle.

--¡SI TIENES ALGO QUE DECIR ME LO TENDRÍAS QUE DECIR A LA CARA!-la reprocho.
--¡QUE TE VAYAS CON PAULA! ¡TE LA FOLLES, TE CASES CON ELLA Y TENGÁIS HIJOS A TROPEL!-grita de nuevo, esta vez sin darse la vuelta caminando dando fuertes pasos contra la acera, haciendo que se moje ella sola con los charcos.
--¡YO SOLO QUIERO HACERLO CONTIGO!-grito sin pensar.

Ella se detiene, sin saber muy bien si lo ha soñado o de verdad ha ocurrido.

--¡SOLO QUIERO HACERLO CONTIGO! ¿¡ME OYES?!-repito-¡HACER EL AMOR CONTIGO! ¡CASARME CONTIGO Y TENER HIJOS CONTIGO!

Creo que lo ha oído todo el barrio, pero me da lo mismo, lo único que quiero es que lo oiga ella y me crea...
Se queda quieta en la calle, sin hacer nada, dejando que el agua choque contra su cuerpo y arrastre lo poco que queda de su calor corporal.
Dudoso, echo un pie hacia delante, para acercarme a ella, pero me da miedo que siga huyendo de mí, camino un par de pasos, lentamente, ella sigue sin moverse en medio de la calle, con los puños apretados a ambos lados de su cuerpo, temblando del frío y aún queda un largo trecho hasta su casa y que pueda calentarse. Camino despacio hasta quedarme a espaldas de ella.
Coloco el abrigo sobre sus hombros lentamente, no creo que arregle mucho, la verdad, está totalmente congelada. La ayudo a ponérselo, lentamente y totalmente en silencio.
Murmura un "gracias" antes de echar a andar con velocidad por la calle. Me quedo quieto, sin hacer nada, viendo como se aleja de mí. No puedo creer que la esté dejando marchar cuando...debería estar besándola...
Mi móvil comienza a vibrar en mis pantalones. Lo cojo y veo un par de llamadas, no sé de quién, no es de ninguno de los chicos, así que supongo que será de alguna de las chicas. Es Harry el que me llama. Lo cojo un un suspiro.

--¿Qué pasa Hazza?-digo sin más.

Me sorprendo yo mismo por mi propia voz, desgarrada de gritar tan alto y con este frío

--Eh...si estás ocupado te llamo luego-dice algo nervioso-pero Zayn está despierto-dice dudoso-bueno...más o menos...

--Voy para allá-digo antes de colgar.

Tardo un par de segundo en reaccionar y guardar el móvil en mis pantalones. Sin ni siquiera intentar cubrirme de la lluvia, camino por la misma calle que he venido, para ir de nuevo al hospital, a ver a mi amigo y ya de paso...intentar hablar con Paula...
Yo...¿tanto la cuesta admitir que me quiere? solo son dos palabras, dos palabras que me pueden hacer cambiar de la inmensa tristeza a la total alegría, dos malditas palabras, solo dos palabras, solo tiene que decirme "Te quiero" para hacerme feliz...
Llego al hospital, chorreando completamente, pero no siento frío, no siento nada, solo tristeza y un ligero enfado. Camino por los pasillos con la cabeza baja, mientras pacientes, visitantes y médicos me miran curiosos, pero me da igual lo que piensen de mí.
Llamo a la puerta en la que hay un letrero pequeño que pone Zayn Malik con letras de ordenador. Oigo un "Adelante" divertido y a gritos, del enfermo en cuestión, acompañado de risas por parte del resto de los que allí se encuentran.
Entro despacio, aún con la cabeza mirando al suelo y las risas cesan de repente. Solo silencio mientras avanzo un par de pasos y cierro la puerta intentando hacer el menor ruido. Ando hacia el sofá, pequeño, de color negro de cuero, donde está sentada Lucía, la que me mira asustada y preocupada y Liam apoyado en el brazo del sofá, también en silencio me observa.
Me siento haciendo una especie de chirrido debido a mi ropa mojada contra el cuero del sofá. Dejo las piernas abiertas, con la espalda hacia delante, encorvada, coloco los codos sobre las rodillas y mis manos colgando entre mis rodillas. Observo como las gotas caen, una tras otra, con un ritmo casi constante, de mi pelo mojado al inmaculado blanco, inmaculado.

--¿Y a ese que le pasa? ¿No estaba echando un pinchito?-se oye a Zayn, con la voz...extraña, como si estuviese borracho, supongo que serán los tranquilizantes, que le drogan.
--Cállate, Malik-le ordena Louis.

Levanto la mirada para observar a los allí presentes; Ed, apoyado en la pared de enfrente, con los brazos cruzados sobre su pecho y expresión preocupada en la cara. Zayn, sentado en la cama, con su brazo izquierdo escayolado, y vestido con una bata de hospital blanca, tapado con una manta hasta la cintura, me mira divertido, es lo que hacen los tranquilizantes, que todo te parezca de color de rosa. Louis, sentado al lado del moreno, con el ceño fruncido, mirándome preocupado y preguntándome con la mirada clavando sus ojos en los míos, desvío la mirada antes de que consiga saber qué es lo que me ocurre, parece que no, pero Louis se fija mucho en esas cosas y puede saber qué te ocurre solo con mirarte un par de minutos a los ojos, por mucho que intentes mentir. Marta entre los brazos de Harry, ambos preocupados, sin saber qué hacer o decir, me encantaría poder coger a Ane de esa forma, tenerla entre mis brazos, abrazándola y ella tranquila, a gusto, sin tratar de huir de entre mis brazos. Liam, mirándome con el ceño fruncido, intentando decidirse si acercarse hacia mí a abrazarme o quedarse allí quieto. Lucía a mi lado, sin moverse, como si la sorprendiera demasiado no verme sonreír, como suelo hacer ante las fans para que no se preocupen.

--Vaya-murmuro con una media sonrisa mientras miro el suelo momentáneamente-¿Quién se ha muerto?-pregunto con una amarga sonrisa.
--Niall...-habla Louis-¿Te encuentras bien?-pregunta asustado.
--¿Te ha pasado algo con Ane?-pregunta Liam haciendo que note como Harry se pone incómodo al pensar que yo he hecho algo con ella.

Zayn da una palmada haciendo que todos le miremos.

--Gatillazo-dice chasqueando los dedos-empiezas joven Niall, a la primera.
--Duerme un poco la mona, Malik, que lo estás jodiendo-dice Louis quitando las almohadas que están en su espalda para que se quede sentado.

Le deja tumbado y da una leve palmada en su cara.

--Pero si no tengo sueño-se queja.
--Ahora Zayn-ordena.

Antes de volver a quejarse se duerme, me tienen que dar a mí un poco de esos tranquilizantes, para dormir y dejar de sufrir, aunque sea solo una noche.

--Ahora dinos ¿Qué te ha pasado con ella?-murmura Harry.